- La defensa del ex funcionario presenta un paquete de fianza de dos millones de dólares, y asegura que la cárcel no tiene las garantías sanitarias para evitar contagios por coronavirus
Ciudad de México.- Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, intentó de nuevo salir en libertad bajo fianza mientras espera su juicio por narcotráfico en Estados Unidos.
García Luna presentó este miércoles un paquete de fianza de dos millones de dólares, doblando la propuesta hecha hace un mes, y argumentó que al seguir en la cárcel tiene un «alto riesgo de muerte» debido a su posible exposición al COVID-19.
César de Castro, todavía abogado de oficio del ex secretario de Seguridad, aseveró que su cliente, «por su edad (51 años) y sus problemas respiratorios», podría ser una potencial víctima de la «seria y urgente crisis de salud pública» que está viviendo en Estados Unidos.
Según el abogado, las condiciones en la cárcel en la que espera el inicio del juicio ante la justicia de Estados Unidos no tienen las garantías higiénicas y sanitarias para evitar contagios por coronavirus, y por eso debería liberar de forma inmediata a su cliente bajo fianza.
De hecho, el 13 de marzo las autoridades de Nueva York decretaron suspender por un mes las visitas a la cárcel para evitar la propagación del virus. Sin embargo, una semana después, un preso del Metropolitan Detention Center (MDC) de Brooklyn, donde está encarcelado García Luna, dio positivo por coronavirus. Tras el diagnóstico, se envió al afectado a una celda de aislamiento.
«Además de las condiciones de vida antihigiénicas, el alto número de gente que entra y sale del MDC incrementa la posibilidad que el COVID-19 se expanda descontroladamente por toda la institución», resumió.
Según un escrito presentado ante el juez Brian Cogan, encargado de la causa contra García Luna y que ya estuvo al frente del caso contra Joaquín «El Chapo» Guzmán, De Castro argumentó que mantener las recomendaciones y consejos de distanciamiento social es «imposible» en un correccional sobresaturado, en el que «no hay alcohol en gel disponible» e incluso hay «limitación severa» para acceder a jabón de manos.
«Algunas unidades del MDC no han recibido jabón desde que se cerró la instalación el 13 de marzo de 2020», aseguró el abogado.
Para sustentar los supuestos problemas respiratorios de García Luna, que le pondrían entre la población de riesgo de contraer el virus e incluso ser víctima mortal del mismo, la solicitud va acompañada por una carta firmada por un doctor identificado como Enrique Herrera Ascencio, cirujano general especializado en laparoscopia (exploración visual de la cavidad abdominal), que detalla que el 26 de junio de 2015, el ex secretario de Seguridad tuvo un «cuadro respiratorio caracterizado por tos, expectoración escasa blanquecina, leve dificultad respiratoria y sibilancias ocasionales, lo refiere posterior a la exposición al aire acondicionado», por lo que se le prescribieron broncodilatadores por seis semanas.
Además de este argumento, De Castro presentó un paquete más robusto para garantizar la fianza de García Luna. Tras ver como hace un mes se le rechazaba una propuesta por un millón de dólares, ahora se ha doblado el monto (dos millones de dólares) con más activos como colateral.
En la audiencia anterior, el magistrado Robert Levy, conocido por su tendencia a otorgar libertad bajo fianza siempre que ve posibilidad, insinuó que con una propuesta más contundente estaría dispuesto a liberar a García Luna, algo que la defensa del ex funcionario mexicano prometió hacer y certificó ayer.
En total son 10 garantes y cuatro propiedades, valoradas conjuntamente en 2.2 millones de dólares, que es «suficientemente fuerte» como para asegurar que García Luna regresaría a la Corte cuando fuera requerido.
Entre las propiedades presentadas destaca la de Carlos Villar, ex agente del FBI que aceptó poner una vivienda valorada en 1 millón de dólares como colateral; también se incluyó la residencia de García Luna en Florida, valorada en algo menos de 1.2 millones de dólares.
El ex zar antidroga mexicano se ofreció además a estar bajo un programa de vigilancia de movimientos, e informó que viviría en el área de la capital de EU, Washington DC, al menos que el juez dictamine que fuera mejor que estuviera cerca de Nueva York, distrito en el que está acusado.
«Diez garantes y cuatro propiedades son más que suficiente», justificó De Castro. «Sin embargo», continuó, «si la Corte concluye que el señor García Luna debería seguir detenido antes del juicio, es necesario liberarlo de forma temporal para proteger su salud pública al menos por lo que dure el brote de coronavirus».
La defensa de García Luna continúa asegurando que el argumento de «riesgo de fuga» es insostenible, considerando «débil» que el gobierno escude la necesidad de detención «en la presunta comisión de un delito grave, una posible pena de prisión prolongada y argumentos engañosos sobre las conexiones con «El Chapo», para el abogado «acusaciones infundadas» que García Luna está «deseoso» de pelear en juicio.