Una adolescente fue separada de su familia en Kenia después de que en solo un mes su padre la diera en matrimonio a dos hombres.
Los hechos sucedieron en una aldea masái del suroeste del país. A pesar de que la niña quería continuar sus estudios para convertirse en médica, en cuanto cumplió 12 años su padre le dijo que era demasiado mayor para la escuela. Luego la obligó a casarse con un hombre de 51 años, que ya tenía una mujer, a pesar de las protestas de la niña, cuya identidad no se revela, según contó ella misma al diario The Standard.
«No lo conocía y no lo amaba. Le dije a mi familia que no quería al hombre, pero mi padre dijo que ese hombre podía alimentarnos y que me casaría con él», relató. La menor citó las palabras de su padre, que le habría dicho: «Las niñas nacen para que la gente pueda comer. Lo único que quiero es conseguir mi dote».
En un intento de evitar el matrimonio, la adolescente se escapó e intentó esconderse en casa de un pariente, pero su padre la encontró y sus primos la golpearon por haber ‘deshonrado’ a la familia. Después fue entregada a un nuevo ‘marido’, que había ofrecido a la familia de la niña cuatro vacas por casarse con ella.
La menor convivió con el varón solo dos semanas, hasta que volvió a escaparse. «Como no podía regresar a casa de mi padre por temor a ser reprendida, me escapé con un hombre de 35 años que estaba casado», relató al diario.
Fue entonces cuando las autoridades locales conocieron el caso y empezaron a buscar a la adolescente.
«El público nos informó que había una niña que se había casado dos veces. La seguimos durante tres días y logramos rescatarla. Estamos trabajando con personas de buena voluntad para conseguirle un refugio seguro mientras buscamos a los culpables», comentó el jefe local, Rimoine Maiyone.
Tras el rescate de la niña, tanto los dos ‘maridos’ como el padre —que todavía no ha recibido el dote— enfrentan penas de prisión y se dieron a la fuga. En cuanto a la adolescente, fue trasladada bajo la tutela del jefe de la rama local de la organización juvenil Peace Ambassadors Integration Organization (Pambio), Joshua Kaputa, que espera que la menor podrá ir a la escuela el próximo curso.
Según la opinión de Kaputa, las bodas infantiles —que no son raras en la cultura local a pesar de su ilegalidad— han aumentado en los últimos meses debido al cierre de escuelas por la pandemia de covid-19.
«Las niñas en las tierras masái se enfrentan a un futuro sombrío a raíz del covid-19. Si no se hacen esfuerzos coordinados para salvarlas, ninguna niña regresará a la escuela el próximo año», advierte el activista.