Por Pegaso
(A manera de homenaje al gran mimo mexicano, Mario Moreno «Cantinflas»).
Óigame usté, sí, a usté le estoy hablando porque cuando le hablo a otro individuo me volteo par allá y no le ando haciendo al muertito… Porque ha de saber que esto de la insegurdá es algo inseguro, que si los zetas, que si los equis, que si los y griegas…, ya nos tienen todos confundidos, chato.. Y lu..luego va uno por la calle con su changuita todo así acaramelado y de repente se vienen correteando y ¡ah, canijo! se siente rete feo. Y así como me veo, tan joven y de tan tierna edad, también me asusto con tanto soponcio y, oiga usté, hasta la otra vez tuve que tirar unos pantalones nuevecitos que compré en el tianguis de Jarachina porque pensé que me había pegado un balazo en salva sea la parte… luego supe que no era sangre lo que había salido…¡No hay que ser! Pero, ¿qué hacen las autoridades autoritarias que no están cuando se les necesita, y cuando no se les necesita ahí están, sobre el pobre e indefenso ciudadano! Yo quiero lanzarme de diputado, porque a pesar de ser tan pollo como aquí me ve, aunque a veces no me ve, tengo más plumas que un gallo, pero sobre todo tengo ganas de hacer justicia, esa justicia que no ha llegado porque no le han permitido llegar. Y ahí está el detalle, porque si dicen que…, que…, que hay que votar por un changuito quesque dice que es muy, muy…, que si se hacen las cosas como deben ser, entonces, ¿por qué hay tanta inseguridá? Yo me pregunto y me doy a mí mismo la respuesta, ¿por qué estamos como estamos y por qué no estamos como no estamos? La cosa es bien fácil: pongan un polecía a cada ciudadano y así siempre estará bien cuidadito, oiga usté, y los malosos no van a agarrarlo de su puerquito. La otra vez iba con un cuate luego de echarnos unos alipuses en una cantina del Centralito y ¡ah, canijo! cuánto malviviente y vicioso en las esquinas. Ya no puede uno, ni tampoco dos, ir a echarse unos tacos al bulevar Las Fuentes porque aluego se oyen los balazos y se tiene uno que meter debajo de la mesa para protegerse de las balas perdidas, que no deben andar tan perdidas por tanto muertito dijunto que ha habido aquí, en Reynosa. Y no es por echar injurias. Esto de la inseguridá nos puede parecer guasa pero es algo grave de toda gravedad. Por eso mesmo les digo: hay que portarnos bien, que poco nos cuesta, y si nos costara pues no hay de otra porque bien lo dijo el cura de mi pueblo: cuando te dan una cachetada hay que poner la otra mejilla, pero ¡óigame no! si te quedan ardiendo los cachetes por un buen rato, La respuesta, conciudadanos míos y conciudadanas de ustedes es respetar la ley. ¡Ya no se pasen los altos, que aquí en Reynosa están bien chaparros! Hay que pagar impuestos y hay que ser buenas personas con nuestros semejantes. No hay que buscarle el ruido al chicharrón, porque cuando se lo encontramos a luego lo queremos esconder otra vez y ¡no hay derecho! Pero bueno, como le estaba diciéndo, échele su firmita por que me lanzo de candidato independiente, ¡y ahí nos vemos en la cámara de diputados, chato!
