Por: Chano Rangel
Ni Spielberg, ni otro productor hollywoodense, hubieran podido maquinar tan grotesco escenario, como lo ocurrido este lunes pasado. En un escenario donde en el mismo escenario, Carlos Aceves del Olmo y Augusto Gómez Villanueva, dinosaurios, donde a su lado, José Antonio Meade, parecía un bebé de pecho.
La bufalada de la CTM, CNC, CNOP, sectores pilares del priismo, dieron su respaldo a regañadientes a su candidato, que por primera vez, no es priista. No se vio por esos lugares a Manlio Fabio Beltrones, tampoco a Emilio Gamboa, tome la lectura como usted quiera o no fueron invitados, o de plano siguen en el desacuerdo de postular a un No militante.
La renuncia de Meade en Los Pinos, y al ver a puro burócrata neoliberal a su alrededor, me llegó a la mente, una toma de protesta del PRI en Matamoros, con las proporciones guardadas. En esa ocasión un ex regidor panista, fue impuesto como líder del PRI, por el alcalde en turno, ahí estaba parte de la clase política, más de compromiso, que por convicción, dentro de ellos estaba un ex diputado federal por el distrito III, que antes tenia como base San Fernando, y uno de los operadores, ese si priista, le pregunto, como viste el evento diputado, ¿qué le hizo falta? Y el diputado muy calmado responde: “priistas”.
Eso mismo fue lo que le hizo falta al ahora ex secretario de hacienda en su anuncio de buscar la candidatura del PRI, porque burócratas y neoliberales, no es lo mismo, que ser priistas, si no pregúntele a los que no fueron a los eventos posteriores.
Mire, porque le comento que parecía bebé en la CTM, pues como no, si Augusto Gómez, era líder la CNOP, cuando destaparon a Luis Echeverría en 1969, ahí imagínese su edad. Como casi todos los secretarios generales cetemistas.
En país, democrático como se supone es el nuestro, muchas practicas antidemocráticas, como las que vimos el lunes, deberían de estar desterradas, hasta la monarquía mas rancia, como la británica esta cambiando, pero al parecer a algunos mexicanos el regreso al pasado y al vulgo dedazo les dio mucho gusto. Lo que vimos el lunes, fue una escena al mas puro estilo del viejo régimen, las caravanas, el besa manos y la lisonja, con una sola diferencia, había tecnócratas en lugar de priistas.
La suerte esta echada, si usted nota que los estados y municipios, no cuentan con recursos, es porque las campañas están por venir, sin embargo se equivocan, aquellos que piensan, que la guerra se gana de la misma manera 2 veces. Nunca será lo mismo, y ninguna batalla, sera igual. Así es que si el gobierno piensa retener el poder con la compra de conciencia, despensas, becas, y un titipuchal de billetazos, craso erros el que se comete.
El fervor político, se llevó la notas, algunos muy osados, dijeron “los panistas, ya tienen candidato” y como no después de los elogios de Ernesto Cordero y Roberto Gil Zuarth, para el precandidato priista. Que ven más solido, después de la salida de Margarita del PAN.
Y después de eso que sigue, AMLO prudentemente guardo silencio, amen de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales. El bandido de Dante Delgado, ese jugara de lado, donde este la caja fuerte, como es su costumbre. Después de ver este espectáculo ¿quién sera el candidato de la alianza?
Faltan muchos meses para la elección; pero algo es seguro, al priismo, ni al presidente le conviene una polarización de la elección, y por eso le urge más al PRI, que la alianza muestre un candidato fuerte y competitivo. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En Tamaulipas, seguramente hay afectados, primero Paloma Guillen, que su amigo y candidato dejó los rayones, su canicas estaban puestas en Osorio Chong, y no se dieron las condiciones. Pero si de amigos se trata, pocos son los amigos del hoy virtual candidato del PRI, José Antonio Meade, y de esos uno y muy fuerte es el gobernador Cabeza de Vaca. Anótelo en su libreta y piense lo que usted quiera.
La decisión de Peña Nieto ha dejado la puerta abierta de par en par para los estados, donde los gobernadores meterán mano hasta el fondo, para la candidaturas a alcaldes, senadores y diputados, postular a un NO priista, tiene sus costos, el presidente lo sabia y sin el apoyo de los gobernadores, sobre todo los priistas, el proyecto de Meade, puede ser un mero sueño.
Aunque claro esta, una cosa es ser candidato, y otra ganar la contienda, y es precisamente ahí, donde se conocerá, el liderazgo de una persona con una experiencia de 20 años en la rancia burocracia. Nunca ha sido legislador, nunca a competido en una campaña, y su experiencia, a sido siempre detrás de un escritorio en tiempos del liberalismo económico. Veremos.