POR JUAN SANTIAGO PEÑA PONCE
Este pasado lunes el presidente Peña Nieto dirigió un mensaje a la nación con motivo de su sexto informe de gobierno, el mismo fue uno totalmente desangelado, que deja a la gran mayoría de la opinión publica descontenta con los resultados, hasta ahora, obtenidos en su administración.
Cuando llegó a la Presidencia de la Republica existía una esperanza por parte del pueblo mexicano de que el representaría a un PRI renovado, con “sangre nueva”, uno que había aprendido de los errores que en el pasado lo habían llevado a perder la hegemonía presidencialista del siglo XX, justo cuando iniciaba el nuevo milenio, en el año 2000.
Se dice que “el poder desnuda al hombre” y efectivamente, al asumir el poder Peña Nieto quedo “desnudo” ante el pueblo mexicano. No tardó mucho en empezar a decepcionar a la ciudadanía con sospechas de actos de corrupción como el de “la casa blanca”, el pésimo manejo mediático de la crisis de los desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa sucedida en Iguala Guerrero, Un Estado gobernado por el PRD y en un municipio también gobernado por perredistas.
Pero lo que mas le duele al pueblo mexicano es el que se afecte su bolsillo. Peña Nieto inició su Sexenio con una paridad peso – dólar de 12.98 por uno, y termina el mismo con un dólar valiendo 19.5 pesos, es decir nuestra moneda se ha devaluado en cerca de un 50 por ciento.
Al iniciar su gestión el precio de la gasolina magna rondaba los 10.81 pesos por litro, al cierre de su administración la gasolina magna vale en promedio 19.49 pesos por litro, representando un incremento del 80% en 6 años.
El salario sin embargo ha sido incrementado en porcentajes precarios, casi se gana lo mismo ahora que al principio del sexenio.
Peña Nieto se va con un alto nivel de desaprobación, la gran mayoría del pueblo mexicano piensa que el y sus colaboradores llegaron a servirse del pueblo, dicho en otras palabras, se especula que vinieron a robar, a saquear las arcas de la hacienda pública.
La mejor encuesta acerca de la aprobación con la que cuenta el actual gobierno priista se llevó a cabo el pasado 1 de julio, en la histórica jornada electoral los resultados del PREP solo le daban al candidato priista José Antonio Meade el 16.4% de la votación, contra un contundente 53% obtenido por AMLO, así, el 83% de quienes votaron rechazaron al PRI emitiendo un claro y contundente mensaje de la desaprobación generalizada por la gestión de Peña Nieto y su equipo.
Podemos comentar que el país guarda una estabilidad macroeconómica, pero la microeconomía, es decir, el bolsillo de los mexicanos se vio seriamente lacerado por las malas políticas económicas que desatendieron la producción interna, aniquilaron la inversión al promover una reforma fiscal que ahogó a los empresarios y encareció el financiamiento de tal manera que llevó a la tasa de interés de referencia al nivel del 7.75%, desincentivando el consumo y por ende ahogando la producción.
Peña Nieto se va con un altísimo grado de desaprobación, si hizo cosas buenas, estas quedaron opacadas por su estilo de gobernar del viejo PRI, el que hasta ahora no se ha mostrado como un instituto político capaz de reformarse profundamente para adaptarse al nuevo escenario político, económico y social del México del siglo XXI.
El sexenio de las “grandes reformas” deja así un “mal sabor de boca” en la gran mayoría de los mexicanos.
Hasta la próxima, primeramente Dios.
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