Por Pegaso
Abuchear a los gobernadores, llevar mantas y mentarles la madre es un derecho que tienen los ciudadanos,-dijo el Pejidente AMLO durante la rueda de prensa de esta mañana, hace apenas un ratito, mientras escribía mi colaboración de hoy.
Sentado en mi mullido cumulonimbus escucho con atención las respuestas que da a la prensa nacional e internacional sobre todo tipo de preguntas, desde el tema d ela inseguridad, hasta los objetos que la gente le entrega en las giras de trabajo y ahora, los abucheos a los gobernadores de los Estados que visita.
Porque desde el pasado 4 de enero, en el Día del Periodista, cuando en el evento que encabezó El Peje en el hotel Holiday Inn de Reynosa nos dejaron fuera a la mitad de los comunicadores locales, yo, Pegaso, denuncié públicamente la presencia de individuos pagados o por lo menos, con la consigna de abuchear al Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca cuando este era nombrado por el maestro de ceremonias o cuando aparecía su imagen en el enorme monitor que fue colocado en la calle.
A unos metros de mí, a la izquierda, un sujeto obeso, alto, de lentes obscuros, tez morena, camiseta azul marino y pantalones de mezclilla, gritaba con voz estentórea consignas en contra del gobernante tamaulipeco.
E inmediatamente todos los seguidores de AMLO y de MORENA celebraban con risas las ocurrencias del botarate, replicando asimismo las muestras de desprecio hacia quien fue electo como Gobernador Constitucional de Tamaulipas.
Si no se hubiera cumplido con sus expectativas, si las obras no hubieran llegado a su colonia o si requirieran de alguna atención especial, existen los conductos adecuados.
Como dice el Pejidente, están en todo su derecho de manifestar públicamente cualquier inconformidad, pero el hecho de lanzar palabras ofensivas o acusaciones sin fundamento, ya traspasa la delicada línea de lo que es legal e ilegal.
Para mí que el sujeto forma parte de la comitiva que acompaña a López Obrador a todas partes. Se confunde entre la turba. Se mimetiza. Pero al mismo tiempo se distingue por su peculiar silueta y por su voz potente.
Debería alguien analizar fotografías de la muchedumbre que siempre acompaña al Pejidente en sus giras por los Estados y segurito está ahí el panzón. Es una técnica muy utilizada y muy conocida para desestabilizar gobiernos.
A mí me cayó gordo desde que lo ví. Me causó ruido por los lentes obscuros y la facha de pandillero.
Cuando ví en una red social el supuesto manual que utiliza MORENA para aleccionar a sus seguidores a fin de que éstos abucheen a los gobernadores, y posteriormente el desmentido del Pejidente en su acostumbrada rueda de prensa del día de ayer, me convencí que tiene mucho de verdad.
Resulta peligroso que ocurran este tipo de situaciones en un país que se supone, entró en un régimen renovador, que pretende dejar fuera todas las prácticas fraudulentas y corruptas, porque entonces se está polarizando a la población.
Cuando López Obrador llama «fifís» a los conservadores del PAN, está ensanchando la brecha que separa a los mexicanos.
Y si Peña Nieto nos llevó al «despeñadero», con actitudes como esas, AMLO nos mandará pronto al diablo, como en su momento mandó a las instituciones.
Con riesgo de que los pocos lectores chairos que me quedan me empiecen a abuchear, nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice así: «Abstente de incurrir en actos bondadosos que aparentan ser perniciosos». (No hagas cosas buenas que parecen malas).