AL VUELO/ Drenajemancia

Por Pegaso

Andaba yo volando allá, sobre la colonia Antonio J. Bermúdez, donde ya van muy avanzadas las obras de reparación, o mejor dicho, de reconstrucción de la problemática red de drenaje sanitario.

Y recordaba algunos comentarios de funcionarios del organismo operador COMAPA en cuanto a que los enormes caídos y las grandes fugas de aguas negras se deben en parte a lo viejo de las tuberías, pero también a los malos hábitos que tenemos los ciudadanos de tirar cualquier cosa a las alcantarillas.

Hay quienes lo hacen por ignorancia o diversión, pero hay quienes lo hacen por malicia, para sabotear un servicio que es básico para todos nosotros.

Yo recuerdo que el sabotaje del drenaje sanitario inició hace unos diez o doce años, tres o cuatro elecciones atrás.

Algún cerebro malévolo descubrió que si echaban a los registros objetos voluminosos y pesados, vendrían enseguida las fugas de aguas negras, y entonces el enojo ciudadano se direccionaba en contra del gobernante en turno, tal como ocurre actualmente

¿Un mejor ejemplo de «guerra sucia»?

Pero aparte del resultado político está el económico, porque se tienen que distraer millones de pesos del recurso público para subsanar los problemas generados por manos criminales.

Trabajadores de COMAPA han hallado en el interior de alcantarillas, colectores y cárcamos, objetos tales como balones, costales con piedras, juguetes, colchones, llantas, tarimas, garrafones y hasta triciclos.

Es por eso que el Equipo de Investigaciones Especiales (EIE) de Pegaso se puso a trabajar, entrevistando a pitonisos, augures, nigromantes, arúspices y psicólogos Gestalt para definir cuál es la personalidad de los individuos que acostumbran sabotear la red de drenaje sanitario, de acuerdo con los objetos que arrojan a las alcantarillas:
-Pelotas: Quienes arrojan pelotas a las atarjeas no han superado su etapa infantil. Aún viven con su mamá, no trabajan y se la pasan viendo dibujos animados en la televisión, rascándose los huevos en el viejo sillón de la sala.
-Costales con piedras: Se trata de individuos antisociales, posiblemente con problemas de baja autoestima, pero que lo compensan con una actitud hostil hacia los demás.
-Colchones: Poseen una personalidad pasional. Viven la vida loca y les vale madre que los demás estén padeciendo problemas por su causa.
-Llantas: Sujetos que van rodando por la vida, hasta que encuentran una forma de divertirse, arrojando neumáticos viejos a las cloacas para que éstas revienten y emerjan las aguas negras.
-Tarimas: El típico obrero insatisfecho. Se roba las tarimas de la maquiladora donde trabaja y las avienta a las alcantarillas como venganza por el bajo salario que percibe.
-Garrafones: Son sujetos insaciables. Cobran bien por sabotear las líneas de drenaje y gozan del olor de las aguas negras que se acumulan en las calles o en los patios de las casas.

Triciclos: Lo mismo que los que avientan pelotas a las alcantarillas, pero a lo bestia.

Posiblemente de niños no les compraron el juguete que querían y ahora hacen berriche con esa peculiar y divertida práctica.

Termino esta colaboración con el refrán mexicano estilo Pegaso: «¡Líquidos incoloros, insípidos e inodoros anexos a los líquidos incoloros, insípidos e inodoros!» (¡Aguas con las aguas!)

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