Por Pegaso
Ya decía yo que los gringos no estaban tan locos… bueno, sí, un poquito, si asumimos que tienen una muy marcada doble moral, que se meten droga hasta por las orejas y que para ellos todo está bien mientras sigan teniendo lana para comprar comida chatarra, para pagar el cable y ver a Los Simpson y para comprarse a crédito sus tiliches nuevos.
Quienes defendían con su vida a El Trompas, igualito como los chairos defienden a ALMO, se dieron cuenta después de cuatro años que el camino de la confrontación, el odio racial, el valemadrismo, lo rocambolesco, lo chafa y lo bizarro no lleva a nada bueno.
En ese tiempo Gringolandia pasó del primero al segundo, y posiblemente al tercer lugar como potencia mundial, detrás de China y Rusia.
Claro que Jou Baden tampoco canta mal las rancheras. Gringolandia seguirá haciendo bullyng, como siempre, a nuestra querida patria, que es su patio trasero, su vertedero de basura.
Pero cualquier cosa es mejor que El Trompas, créanme.
El mundo está mejor sin el gandul. Si lo hubiesen dejado otros cuatro años, no dudo ni tantito que hubiera oficializado el Cuarto Reich y apretado el botón del Fin del Mundo.
Valemadrista como es, ni a las damas respeta.
A Hillary Clinton le dijo que era un asco de mujer, y en cierta ocasión afirmó que “si eres famoso puedes coger a las mujeres por el coño”.
El mismo día del escrutinio de votos, cuando El Trompas estaba hablando en vivo y en cadena nacional, las principales cadenas de televisión-Fox News, CBS, ABC y CNBC- lo cortaron porque notaron que estaba diciendo puras mentiras.
Quizá se pusieron de acuerdo, tal vez les dieron órdenes de callar al hocicón o posiblemente fue una coincidencia que todas lo hicieran al mismo tiempo.
Para muchos, fue un ejemplo de la libertad de expresión que se vive en el vecino país del norte, que hasta al mismo Presidente pueden vetar si consideran que el contenido de su mensaje no es apto para transmitirlo a toda la nación.
Para otros, fue una muestra de cómo la gran prensa puede ser manipulada por oscuros poderes subterráneos que mueven intereses inconfesables.
De cualquier manera, El Trompas pasará a la historia como el más ridículo mandatario que ha tenido Gringolandia desde el establecimiento de las Trece Colonias.
Hay una estrategia de negocios que también se aplica en política, que fue usada en su momento por El Trompas para tratar contra Corea del Norte y que creo que sigue usando hasta hace medio segundo: La Teoría del Loco.
Esta consiste básicamente en mostrarse frente al enemigo como alguien impredecible, capaz de hacer cualquier cosa, hasta, como ya lo dije, apretar el botón del fin del mundo.
Haiga sido como haiga sido, El Trompas perdió la Presidencia gringa y a partir de enero del 2021 dejará de pedorrear la silla de la Casa Blanca.
Lo que está haciendo, impugnando el resultado de las elecciones, no cambiará el triunfo que obtuvo Jou Baden, con un amplio margen de casi el 20%.
Son patadas de ahogado, berrinches que evidencian su intolerancia y que demuestran, además, que es un mal perdedor.
Tras este sesudo análisis en torno al proceso de transición que está ocurriendo en la tierra del beisbol y los hot dogs, procedo a consignar en este prestigioso espacio la sentencia popular al modo característico de equino alado, o sea, el refrán estilo Pegaso: “En la forma en que eres percibido visualmente, es el tratamiento que te proporcionan”. (Como te ven, te tratan).