AL VUELO/ Voto

Por Pegaso​

Andaba yo volando allá, cerca de las oficinas del Consejo Municipal Electoral, donde todavía hoy, a una semana y un día de las elecciones, existe controversia en torno a los resultados del proceso para elegir al nuevo alcalde.​

Los morenos consideran que hubo chanchuyo, y para ello argumentan una serie de presuntas irregularidades que incluyen mentadas de mamá, pelliscos, patadas en las pompas y sacadas de lengua por parte de sus adversarios políticos.​

«¿Y dónde están mis votos?», parece ser el título de una película de Charlie Sheen, pero es lo que se preguntan los de MORENA y los del PRI (ahora se les conoce como el PRIMOR).​

El PRI, que regularmente sacaba entre 70 y 80 mil votos, ahora obtuvo poco menos de 30 mil.​

Por el contrario, tanto MORENA como el PAN, rebasaron la barrera histórica de los 100 mil votos, sin embargo, éste último superó con mucho las expectativas, al obtener la apabullante cifra de 150 mil sufragios.​

Hay quienes quieren ver el triunfo de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-PMC) como el resultado de un fraude electoral y hay quienes se van por una explicación matemática y estadística.​

De entrada, ya se había advertido que esta era una elección atípica, por ser concurrente.​

Eso quiere decir que se hicieron al mismo tiempo elecciones federales y locales.​

De acuerdo con la heterodoxia política, las elecciones federales para Presidente de la República son «calientes», con un promedio mayor de votación, en tanto que las intermedias, para diputados federales y senadores, son consideradas «frías», con una participación más baja de la ciudadanía.​

Se pelea con más pasión en una elección «caliente» que en una «fría», no sé por qué, pero lo sospecho.​

Lo que yo observé en esta ocasión fue que la elección local se contagió de la federal. Incluso hubo más votos en la primera que en la segunda.​

Si tomamos en cuenta sólo los resultados que arrojó el IETAM y dejamos a un lado por el momento los argumentos que presentan para pedir la anulación de la elección, yo descubrí dónde están los votos que traen perdidos los morenos.​

¡Es obvio! Los cincuenta mil sufragios que les hacen falta para alcanzar a los panuchos son los que no pudieron ganar los priístas.​

Réstele: 80 mil que normalmente saca el PRI, menos los 30 mil que obtuvo en esta ocasión, da los 50 mil exactos que los morenos andan buscando con desesperación.​

O sea, que los votos del PRI no se fueron a MORENA, sino al PAN.​

Ahora bien, en una particular consulta post electoral, me dí a la tarea de preguntar a muchos de mis amigos por quién votaron, ¿y a que no saben qué? ¡Una aplastante mayoría votó por AMLO y por Maki! ¡La ciudadanía ya aprendió a ejercer el voto cruzado! En lugar de votar por el mismo partido o coalición, esta vez se fueron por el candidato.​

Otra cosa que creo que influyó bastante fue el factor subconsciente.​

El factor subconsciente se basa en el hecho comprobado que la mayoría de la gente siempre favorece al más débil.​

Si tú agredes o atacas a una mujer, o a una persona con problemas de salud, ineludiblemente te vas a echar encima a la gente.​

En fin. Se presentó la impugnación de la elección y serán los tribunales electorales los que determinen si hay elementos para una anulación, como pide el PRIMOR o si se acepta el resultado que arrojó el IETAM en su conteo.​

Y ahora viene el refrán estilo Pegaso: «En la parte interior del domicilio del artesano dedicado a la producción de pastillas jabonosa, quien se salba de precipitarse al suelo, ineludiblemente es víctima de la escasa fricción». (Aquí, el que no cae, resbala).

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