Por primera vez en los 108 años desde que el Titanic se hundió en el Atlántico, segando la vida de más de 1.500 personas, exploradores han recibido una autorización judicial en EE.UU. para cortar parte de su casco con el objetivo de sacar de allí un preciado objeto: el telégrafo inalámbrico Marconi, informa The Washington Post.
Un juez federal de Virginia aprobó la expedición el lunes, calificándola como «una oportunidad única para recuperar un artefacto que contribuirá al legado dejado por la pérdida indeleble del Titanic».
La compañía que recibió la autorización es RMS Titanic Inc., cuyos especialistas penetrarán en la nave utilizando un aparato de aguas profundas y recolectarán asimismo cientos de otros artefactos. Se trata de la misma empresa que localizó el Titanic en 1994, por lo que posee el derecho de recoger los restos del naufragio.
RMS Titanic Inc. planea iniciar la expedición este verano utilizando robots submarinos para extraer el Marconi y sus componentes de la nave.
«El Titanic siempre ha sido un caso singular de apasionadas y fuertemente defendidas opiniones», dijo el arqueólogo marítimo James Delgado, quien ayudó a mapear el barco en una expedición en 2010.
«Para unos es un monumento, para algunos es un sitio histórico y para otros es donde murió un miembro de la familia. Para unos es un destino turístico y para otros es una oportunidad de negocio. Es muy difícil equilibrar todo eso», comentó.