Ciudad de México.- Tras varios días de suspenso, ayer quedó formalizada la salida de José Antonio Meade Kuribreña de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a la que renunció para participar en el proceso de selección del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República en las próximas elecciones.
El Primer Mandatario, Enrique Peña Nieto, dijo ayer que aceptó la renuncia y afirmó que Meade ha demostrado ser un hombre de bien, por lo que le deseó éxito en su siguiente proyecto, aunque sin mencionar a qué proyecto se refería.
En Palacio Nacional, sede de la SHCP, Meade notificó formalmente su interés por la candidatura.
“Voy a solicitar mi registro como precandidato a la Presidencia de la República con el Partido Revolucionario Institucional, lo hago tras 20 años de servir a mi país de manera ininterrumpida, con integridad y honradez”, dijo.
Luego del anuncio, Meade recibió el apoyo de los líderes de los sectores obrero, campesino y popular del PRI. El titular de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, llamó a Meade “el candidato de la esperanza”, mientras que los líderes históricos de la Confederación Nacional Campesina respaldaron la decisión de su “amigo”.
Por su parte, Arturo Zamora, secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), aseguró que el ahora ex titular de Hacienda “escucha y abandera las causas populares de trabajadores, profesionistas, movimientos, mujeres y jóvenes a los que representa nuestro sector”.
Meade parece tener el camino franco a la candidatura luego de que Miguel Ángel Osorio Chong se descartó para participar en la contienda.
Ayer, tanto José Narro Robles como Aurelio Nuño, le desearon suerte.
Meade, de 48 años, presentó anoche ante la Comisión Política Permanente del PRI su carta de intención para participar en el proceso interno con el que se elegirá al candidato a la Presidencia de la República.
Para suplir a Meade, el Presidente nombró como titular de la SHCP a José Antonio González Anaya, quien se desempeñaba como director de Pemex; en su lugar, fue designado Carlos Alberto Treviño.