Por Enrique Jonguitud
Ciudad Victoria.– El edificio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Tamaulipas se encuentra asegurado por la Fiscalía General de Justicia del Estado, después de que se colocaron sellos en su entrada principal.
Lo anterior debido a que el PRI adeuda el cumplimiento en el pago de demandas laborales que se le han acumulado desde 2016 cuando perdió el poder en Tamaulipas.
Mientras hace 8 años el partido tricolor gobernaba el Estado, la mayoría de los municipios y mantenía el control en el Congreso del Estado, hoy parece estar en vías de extinción.
En la última celebración por su aniversario como partido, previo a las elecciones, se presentaron menos de 50 personas, entre ellos algunos líderes dirigentes y aspirantes a las candidaturas.
En la elección del 2022 para la gubernatura del Estado, el PRI no tuvo candidato.
La dirigente estatal del PRI, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, no ha realizado ninguna aparición pública después de las elecciones del 2 de junio en las que su partido cargó con la peor derrota de su historia.
No obstante, se asignó a ella misma el primer lugar de la lista de las diputaciones plurinominales, con lo cual garantiza que cobrará como legisladora en los próximos tres años.
El ánimo de los priistas en Tamaulipas parece decaer y se rumora que algunas figuras priistas emigrarían el Partido Acción Nacional (PAN) mientras que otros se sumarían al movimiento de la marea rosa que pretende convertirse en un nuevo partido político.