- Expertos en imagen política destacan que el precandidato de Morena luce el cabello más corto y peinado, y se le ve más paternalista y con más confianza
Ciudad de México.- El cabello desaliñado de Andrés Manuel López Obrador se acabó. Expertos en imagen política coinciden en que encara su tercera y posiblemente última campaña presidencial con una nueva y eficaz imagen: luce nuevo corte de cabello, más alineado, con más frescura, paternalista y también busca exteriorizar confianza y estabilidad a través de una familia ideal, al mostrar públicamente a su esposa Beatriz y sus cuatro hijos.
A López Obrador, de 64 años, nadie lo asesora en cuanto a su imagen. Según miembros de la dirigencia de Morena consultado, se niega a ser «coacheado» por un profesional, pero recibe recomendaciones de su círculo más cercano.
Asesores y estrategas en imagen y marketing político coinciden en que detrás de él hay un trabajo de asesores externos para mostrarse como un personaje más asentado, con una imagen renovada, más alineado y con una serie de valores familiares como la responsabilidad y la unión.
Pero los expertos también afirman que uno de los grandes negativos de López Obrador son sus declaraciones fuera de contexto que le generan rechazo de la ciudadanía.
«Tiene reacciones, puntos que a él le incomodan, que todavía sigue sin poder controlar, no tanto al tema de ‘cállate chachalaca’, pero lo acabamos de ver con lo de los blancos, asoleados y demás», dijo Gisela Rubach, directora general de Consultores y Marketing Político.
Anna Laura Montiel, directora de la empresa Comunicación e Imagen, dice que comparado a 2006 y 2012, ahora en su tercera elección, hay un cambio físico positivo en López Obrador, resultado de una asesoría que expertos le han dado. Es decir «se preocupa por tener una apariencia mucho más alineada, limpia y más cuidada en cuanto a su vestimenta».
Su forma de vestir, dice, no es muy moderna, más bien conservador —con guayaberas, a veces trajes—, y cuida su imagen sin llegar al extremo, pues busca llegar a un mayor número de segmentos.
Arturo Salcedo, consultor en imagen pública y profesor de la FES Acatlán-UNAM, detalló que el precandidato de Morena explota su propia imagen, con una estrategia que tiene detrás, la cual sigue posicionándolo como un líder popular, que entiende las necesidades de las clases media baja y baja.
Para Sara Calvo, estratega y consultora en imagen política, comparado con 2012, el tabasqueño ahora muestra una imagen más natural y eso le sube los niveles de aceptación.
«Pinta una imagen más fresca, usa más el blanco, se corta un poco más el pelo, ya no anda desalineado, lo hace suficiente como para verse más fresco», explicó.
Su vestimenta comunica mucho con el pueblo, ya que en muchas ocasiones no es una vestimenta formal, pero sí más arreglada que hace cinco años y eso lo hace «para conectarse a un nivel de las masas».
Gisela Rubach ve a un López Obrador más asentado, incluso con una imagen más paternalista. Le ve más incluyente con otros sectores, como el empresarial, y abierto a hacer alianzas con otros partidos, como el PT y PES, éste último, que más ruido le ha generado.