LOS HECHOS/ EL MISTERIOSO SEÑOR «F»

POR José Inés Figueroa Vitela

Lo conocí ahí en la Plaza de Armas… yo ya tenía referencias de su persona.

Le había visto por ahí de los corrillos públicos, destino de mis oficios y de él había escuchado algunas historias.

Que si «estaba loco» -expresión coloquial, por supuesto no literal-, que si soñaba con la opulencia y hacia bilis viendo a su generación «engordar» sus cuentas, que si les condenaba lo que hacían, pero no veía la hora de imitarlos.

No a todo mundo le resté razón al ver a aquel señor añoso, pulcramente vestido, de mirada altiva y expresiones estudiadas.

«Se cree merecedor de todo lo que otros tienen y está seguro ha de superarlos», platicaron sobre él alguna ocasión algunos amigos.

Ese día en la plaza me preguntó, con un dejo de desdén y retador » ¿tú eres reportero no? A ver, publícame esto». Desde el inicio de su expresión me había dado una hoja que no soltaba y testereó, ya en mi mano, cuando el imperativo.

Dígame de que se trata, le insté y con firmeza me insistió “¿pero me la vas a publicar?”.

Le expliqué que el periodista escribe pero quienes deciden lo que se publica son otras instancias, hasta el editor, pasando por las direcciones y jefaturas intermedias.

El abogado se dolía del despojo de un predio a manos de «un poderoso».

Sabidos sus antecedentes le pregunte si él inmuebles de marras era suyo, de su propiedad, desde cuándo, a quién se lo había comprado y si tenía escrituras.

Me dijo que no, que el terreno era propiedad de la nación antes, porque por ahí, en los perímetros de un canal, hacia años había cruzado un río, pero desde entonces ahí pastaban unos animalitos suyos, con lo cual había hecho posesión, tantos y más años como para que él área pasará a ser de su propiedad personal.

«Y no es el único, unas cuadras al poniente pasaba otro arroyo, que luego acanalaron, y allá también tengo animales. A ver si luego también no me lo quieren robar», me confió en otra platica-entrevista posterior.

El hombre reclamaba, porque en el terreno que decía era suyo, se construían un bloque de unas siete viviendas por un desarrollador particular y quería por los medios, alguna suerte de negociación, más que con el constructor, con sus parientes políticos metidos a la cosa pública.

Lo habrá logrado, porque así como tuvo sus días de escandalera, dejo de frecuentar periodistas, sin dejar de hacerlo por los corrillos del poder.

Como profesional de la comunicación, deje de tener noticias del señor F los últimos tres lustros que nos separan de aquellos hechos.

Hace unos días, repasando los diarios de acuerdos de los Juzgados federales, volví a ver su nombre en numerosos expedientes donde aparece como promoverte.

Ya anda en los 82 y por referencias de alguna nota en un medio nacional viene a enterarme que el hombre es «activista».

Y no solo eso; también resulta que es el «único testigo sobreviviente», en el escandaloso caso del Estado contra el ex Gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, porque los otros cinco, a dos los mataron, uno apareció muerto, uno más se suicidó y el otro tiene «años desaparecido».

La defensa asegura que las declaraciones de los finaditos fueron inventadas y las firmas falsificadas, clamando a peritos grafólogos y químicos que ya certificaron, el papel de las pretendidas declaraciones de marras es «nuevo de paquete», estando fechado hace años, sin detrimento de términos como UMAs -unidades de medida actualizada- que suplieron el año pasado a los salarios mínimos en las tipificaciones, pero en esos autos aparecen ya años atrás.

El Misterioso SEÑOR F, el único cargo gubernamental que se le conoce, lo tuvo en su natal Yucatán, antes de venirse a radicar a Tamaulipas hace casi medio siglo, donde inició sus correrías sobre predios ajenos y de donde su socio de aquellos años en el tráfico de la tierra social y urbana “orejana”, aseguraba, “venía huyendo”.

Su más cercana relación con los hombres del poder tamaulipeco, se dio cuando aquella demanda contra un pariente político de quién, pasados los años, llegaría a ser figura estatal.

Cuando difundieron que FELICIANO REYES era la carta fuerte del Fiscal Anticorrupción para condenar al ex Gobernador HERNÁNDEZ FLORES, quienes se enteraron pusieron cara de interrogación.

Si le hubieron puesto su primer nombre, igual no muchos le hubieran identificado.

Ah, pero si en Victoria capital y puntos circunvecinos preguntan por PRIMO F. REYES, es como si en La Habana, Cuba, se preguntará por KIKO BANABACOA: todo mundo te dará razón de él, chico.

Ayer reaparecieron en Victoria capital, los abogados del “bufet mayor” que asisten al ex Gobernador, encabezados por ANTONIO COLLADO MOCELO.

Vinieron a reclamar porque el relevista juez de la causa, les niega citar como testigos a los postulantes que dicen recogieron las declaraciones de los “testigos fantasma”, aquellos que dicen, “declararon” después de muertos y sobre los que ahora se despliega una mañosa campaña mediática, para hacer parecer como que los mataron por sus declaraciones.

Los primeros escandalizados con tales expresiones son los deudos, pues de cierto saben que eran gente del sistema, funcionarios públicos que jamás tuvieron conflicto, menos, enderezaron denuncia o declaración alguna sobre su trabajo y ascendentes, amigos con quienes trabajaron por muchos años.

Para el abogado COLLADO, el enjuiciamiento contra el ex gobernador no es un caso jurídico, sino una venganza política y confía, frente a la falta de elementos -los dichos del SEÑOR F en autos son de a oídas, “que escuchó a alguien decir que…”-, que las instancias jurisdiccionales concedan la razón legal para liberarlo.

En cuanto al reclamo de autoridades norteamericanas que lo piden en extradición, antes de entrar a las aclaraciones sobre las imputaciones que allá se le hacen, apuntó, no son delitos que existan en las leyes mexicanas y por consecuencia, no entran en el tratado de extradición, es decir, no es sujeto de ello.

Las denuncias contra jueces y fiscales que han falseado para armar el tinglado, es una tarea pendiente en la agenda del cuerpo jurídico, que dice su líder, en su momento ha de desplegarse.

En el IETAM, ayer el Consejo General definió los topes de gastos de precampaña de los aspirantes a alcaldes, que en suma en los 43 municipios no deberán pasar los 33 millones de pesos y dispuso la distribución de spots promocionales en el proceso electoral para partidos y candidatos.

En una resolución desechó el recurso interpuesto por la dirigente del PRI mantense, quien acusó a funcionarios estatales de asistir a eventos del PAN en horarios de trabajo; el pleno electoral resolvió que no se acreditaron los hechos denunciados por la promovente.

El dirigente estatal priísta, SERGIO GUAJARDO MALDONADO, en conferencia de prensa anunció que esta semana concluirá el proceso de renovación de las dirigencias municipales del partido y adelantó para el tres de diciembre estarán celebrando otra sesión de Consejo Político Estatal.

Van a votar ahí la Plataforma Electoral, el método para el proceso de selección de los candidatos a presidentes municipales y el convenio de coalición que han de celebrar con otros institutos políticos en lo que hace a la elección local.

En el inter, este mismo mes la Fundación Colosio, Filial Tamaulipas, arrancará los Foros Regionales ‘Diálogos de Consulta Ciudadana’, precisamente para enriquecer la plataforma electoral que enarbolarán en campaña.

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