POR JOSÉ INÉS FIGUEROA VITELA
Cuando se ponen hacer ilegalidades, los del PAN aclaman en imperio de sus derechos, pero cuando alguien les observa y reclama tales excesos, entonces se declaran víctima y hacen votos porque “venga la civilidad política”.
Este jueves los diputados de la fracción azul en el congreso local, encabezados y en voz de su coordinador, Feliz Fernando García Aguiar salieron escandalizados a responder lo que ha su interés convino respecto de las denuncias que el día de la víspera les recetó la bancada Morenista.
El tema central fue dolerse de las denuncias no mediáticas, sino penales y no ante el fiscal carnal, sino a la instancia federal de procuración de justicia hechas por los de Morena respecto de hechos presuntamente constitutivos de delito.
“Nos quieren amedrentar se dolió El MOYO e invocó punto menos que la cortesía, cuasi el perdón de la institucionalidad que viene, en aras de que -ahora sí-, se dé una transición tersa y transparente.
El sospechado desvío de recursos públicos a partir de la confabulación de funcionarios con supuestos empresarios no puede ser moneda de cambio para la compra de impunidades en el proceso de transición.
Menos será en recurso para seguir ganando tiempo en esa actitud digna de mejores causas, de soltar el llanto mientras se tira la puñalada, muy característico del PAN y los panistas que aparentando dar lastima han despojado y agredido al pueblo tamaulipeco en los años recientes.
Las declaraciones del MOYO GARCIA AGUIAR no van a impedir que se empiece a hacer justicia, sentando en el banquillo de las instancias jurisdiccionales a los actores y cómplices del saqueo del erario público y a quienes han torcido la Ley para crear estructuras de impunidad para él o los autores de esos delitos.
El cambio democrático lo ordenaron los ciudadanos con su voto este año para que AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y la 4 Transformación sea quien gobierne a Tamaulipas a partir del ya muy próximo primero de Octubre y durante los siguientes seis años.
Así de la misma manera, cómo el año pasado votó porque el Congreso local se integrara por una abrumadora mayoría morenista y que en consecuencia fuera quien presidiera la CUJOPO, el órgano de gobierno del Congreso y las principales comisiones legislativas.
Por eso quienes han saqueado el erario público y han estado obstruyendo el proceso de transición, más temprano que tarde van a responder ante la justicia y quienes asaltaron el Congreso y tiene secuestrado su órgano de gobierno van a regresar al reducto donde el pueblo los mando con solo seis de los 22 escaños de mayoría que pudieron ganar en las urnas.
Ya lo dijo el Presidente de la República ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: La democracia no es el INE- IETAM, ni los tribunales electorales… la democracia es el poder del pueblo.
Lo que denunció Morena penalmente por unos pocos de los tantos hechos del gobierno que ya se va, sobre los que se presume la comisión de delitos, está precisamente sustentado.
Es como la sentencia del Tribunal Electoral de Tamaulipas, respectó de las denuncias del PAN contra la jornada electoral, de donde salió triunfante el Dr AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
No se trata de que si unos u otras, magistradas y magistrados están a favor o en contra de tal o cual actor o ideología partidista, sino de las pruebas, testimonios, argumentos, percepción social sobre el tema que se dirime en las instancias jurisdiccionales, porque desde el PAN ya dejan correr versiones de que “ así como en el TRIELTAM” el Dr y su partido hacen mayoría de amigos, en el TRIFE, Cabeza, el PAN y los suyos están listos para echar por la borda los votos de los tamaulipecos.
¿Violencia generalizada?, ¿Unas cuantas casillas anuladas?, ¿Financiamiento ilícito de campañas?, ningún argumento real valedero consistente desde el origen en el proceso y desenlace de la elección existe para soportar la alteración de la voluntad ciudadana.
Y sí, si son contundentes los argumentos que llevaron a los magistrados del Tribunal Electoral de Tamaulipas a rechazar la impugnación panista que por añadidura pedía la dispensa a la presentación de pruebas, porque confesó no las tenía.
Todo ello en la misma forma como el cúmulo de evidencia se desborda por doquier de la desaseada administración panista estatal.
Como para que esas cuatro primeras renuncias anunciadas por el Congreso sigan resultando pecata minuta.
El pueblo ya habló con su voto, mandando de regreso al PAN a su condición de minoría, lejos de los haberes públicos que pueda manosear; ahora está reclamando por todos los foros que los culpables de los delitos cometidos al amparo del poder público asuman las consecuencias de sus actos.
Otra vez no es EL MOYO, ni el congreso, no son los fiscales, ni los jueces, es el pueblo soberano el que clama justicia