Budapest.- El siete veces campeón olímpico Caeleb Dressel se retiró del Campeonato Mundial de Natación en Budapest luego de ganar apenas dos medallas de oro. La Federación estadunidense sacó a su as-tro masculino del resto del certamen debido a problemas médicos no especificados.
“Simplemente no está bien para competir. Y debimos tomar esa decisión. Tuvo que ser rápida”, dijo la jefa del equipo estadunidense Lindsay Mintenko.
Agregó que no podía dar más detalles sobre las razones del retiro de Dressel, quien pudiera decidir hablar sobre ello. Declinó aclarar si era un problema físico o mental. Dressel se había visto en buena forma.
La federación de las barras y las estrellas puntualizó que la decisión fue tomada “tras discutir-lo con Caeleb, sus entrenadores y el personal médico”.
Dressel, de 25 años, se retiró poco antes de las semifinales de los 100 metros libre masculinos. Iba a competir también en los 50 y los 100 mariposa en el torneo.
“Nuestra prioridad es y siempre será la salud de nuestros deportistas y continuaremos dándole a Caeleb la asistencia que necesita para recuperarse rápidamente”, aseguró la federación de su país.
“Se entrenó fuerte para esto”, afirmó Mintenko; “cada vez que te presentas a un campeonato o cualquier competencia internacional de envergadura, y te quedas sin competir, es muy duro”.
Aunque no aclararon las razones del retiro, surgió la duda sobre el origen de ese inconveniente. Hace unos meses, Dressel sufrió una severa depresión. Incluso en algunos momentos contó que pensó en dejarlo todo, pero la ayu-da sicológica le permitió retomar los entrenamientos.
Después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con la renuncia a las finales de la gimnasta Simone Biles y el caso posterior de Dressel, se puso sobre la palestra la salud mental en los atletas de alto rendimiento. Un tema tabú en la élite deportiva.
Rompiendo límites físicos y mentales
La sicóloga especializada en deporte de alto rendimiento Margarita Cerviño explicó a La Jornada que después de Tokio quedó claro que los atletas no sólo están rompiendo sus límites físicos, sino también los mentales. El caso de Dressel –señala– es importante porque ha dirigido las miradas a la dimensión más humana de quienes consiguen los triunfos en el más alto nivel.
“No se trata de una generación de cristal, sino de una que exige respeto al derecho a la salud mental”, apuntó la especialista que colabora con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y el Comité Olímpico Mexicano.
“Se olvidó por mucho tiempo que los atletas son ante todo personas, y la presión que llevan encima a veces borra hasta su identidad, los convierte en máquinas de producir resultados. Dressel de pronto ya dejó de ser Caeleb para convertirse sólo en el heredero de Michael Phelps. La persona queda borrada, quedan reducidos a objetos con compromisos comerciales y que producen medallas y dólares”, agrega.
En los resultados, el joven rumano David Popovici y el francés Leon Marchand sumaron su segundo título en lo que va del Mundial de Natación.
Tras la renuncia de Dressel, máximo favorito, Popovici se confirmó a sus 17 años como una de las estrellas al colgarse también el oro en los 100 metros libres. Con un tiempo de 47.58 segundos, superó por ocho centésimas al francés Maxime Grousset (47.64), completando el podio el canadiense Joshua Liendo (47.71).
Otro que hizo doblete fue Marchand, al ganar en los 200 metros estilos. Con un crono de 1:55.22, el nadador de 20 años superó al estadunidense Carson Foster (1:55.71) y el japonés Dalya Seto (1:56.22).
En la categoría femenina, los dos metales áureos en individuales fueron para Canadá: a sus 15 años, Summer McIntosh se coronó en los 200 metros mariposa (2:05.20), mientras Kylie Masse, de 26 años, se impuso en los 50 metros dorso.
En la única final por equipos, los 4×200 metros estilos en categoría femenina, Estados Unidos ganó el oro, por delante de Australia y Canadá, mientras Brasil acabó en la sexta plaza.
