Por: Chano Rangel
Para muchos el cambio constitucional que arbitrariamente se aprobó en las dos cámaras con una mayoría de Morena, no es algo nuevo, para nada, la única variante seria la elección popular, de jueces y magistrados, problemas en ciernes si posiblemente, devaluación, no lo creo, el dólar está sujeto a una libre flotación y a la ley de la oferta y demanda.
Lo que si está en riesgo son las futuras inversiones de empresas que aprovechando el nearshoring, pensaban instalarse en México o incrementar sus inversiones, esas están detenidas, sin embargo, ya se las pelean Brasil, Texas, y países del pacifico con Vietnam y Corea de Sur, donde se pueden también construir cadenas de suministro de alto nivel competitivo.
La reforma judicial de que se fraguo desde principios de año, espero las elecciones y el final de un presidente que, en seis años, jamás asumió su responsabilidad como jefe de estado, siempre acuso al pasado de sus yerros, sus errores jamás lo acepto y busco culpables debajo de las piedras, su retórica fue más allá y su forma de gobierno, tuvo como base mentir.
Sin embargo también hay que puntualizar, que de estos cambios la oposición también es culpable, durante todo el sexenio morenista, los partidos opositores no crearon un verdadero bloque, el presidente se encargó de enfundarles miedo, con la UIF, SAT, Fiscalía General, incluso Ricardo Anaya tuvo que huir del país y vivir en Estados Unidos, regreso al senado y desde ahí ahora busca sus opciones políticas, pocas como se ve el panorama, pero en seis años, el PRI no supo recomponerse, con un liderazgo bajo el mando de Alito Moreno, cavo la tumba y se hundió más, el PAN, con Marko Cortes perdió lo que había ganado, y si el PRI sobrevive en Coahuila y Durango, es por un liderazgo regional, no por el trabajo de un CEN que se hunde en un pantano sin salida.
Sin embargo, desde la llegada el presidente a ha ido minando las instituciones, debilitándolas y la reforma judicial, es solo el cerrojazo de lo que comenzó desde la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco, que sería de vanguardia en América Latina y paso ser un tianguis en Santa Lucia, con el aeropuerto Felipe Ángeles.
La última reforma conocida fue en 1994, en pleno gobierno de Ernesto Zedillo, la corte paso de 23 ministros a 11, y se creó el consejo de la judicatura federal, para darle forma y fondo a jueces y magistrados, en cada distrito judicial del país, en el siglo XXI, se creó el nuevo sistema de justicia pena acusatorio, con sala de juicios orales, y un sistema que se podría mejorar al paso del tiempo; pero esto no fue así, el presidente le urgía tener a la Corte en sus manos, las instituciones de contrapeso también van por el camino de la aniquilación.
Pero para muchos este camino es nuevo, y no es así, hace solo cuarenta años, la corte era un apéndice del presidente en turno, la cámara de diputados una antesala para candidatos alcaldes y otras posiciones, el senado era la antesala de los próximos candidatos a las gubernaturas; todos bajo la mirada y control del ejecutivo del momento.
Sin embargo, en ese periodo no crecimos mucho que digamos, tener muchas empresas paraestatales no fue buena idea de una economía de mercado, que requería competitividad y desarrollo de primer nivel, con el TLC, y el inicio de sus operaciones, la cosas tenían que cambiar, no podíamos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados distintos, y nuestros socios comerciales Canadá y Estados Unidos, también pidieron reglas claras en la aplicación de la justicia en nuestro país.
El camino de una corte controlada por el ejecutivo no es nuevo en nuestra historia, pero “quien no conoce la historia, está condenado a repetirla”, extraño es que, en esta reforma judicial y el desmantelamiento de la Corte, el principal argumento no era mejorar el sistema mexicano, si no darle un regalo al presidente así lo externaron sus defensores, puestos de tapete, en las cámaras legislativas.
Pareciera ser que a Morena le super urge que se apruebe en los congresos locales la reforma judicial, ya van 13 estados, con sesiones en los congresos superfluas y sin leer si quiera el dictamen, les urge, y es ahí donde entran la dudas, para que tantas dudas, porque no esperar a que llegue la nueva presidenta y ella dictamine con su equipo su factibilidad, aprobada ya está, cual es la prisa.
La historia juzga, y es implacable en sus juicios. Esperemos su veredicto.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Con las reservas y la información extra oficial, se espera que, en los últimos 3 días de septiembre, se lleve a cabo la protesta de ley, del edil de Reynosa Carlos Peña Ortiz, con este acto iniciara su segundo periodo al frente de la alcaldía más grande de Tamaulipas.
Lugares para el acto, se mencionan varios, el Centro de Convenciones de Reynosa, el Parque Cultural y hasta el Nuevo Museo del Ferrocarril podría ser un excelente marco para una nueva era en la administración publica de Reynosa.
Lo cierto es que muchos de los servidores públicos al mando de Carlos Peña Ortiz, seguirán en sus posiciones, han tenido un trabajo ejemplar y de reconocimiento, obras públicas con Eduardo López, finanzas con Esmeralda Chimal, son áreas torales, que han desempeñado un trabajo arduo, que dejan al municipio con finanzas sanas y obras públicas en toda la ciudad.
Que se puede mejorar por supuesto, siempre lo que funcionan bien es susceptible de cambios para la mejora, y el ayuntamiento en su nueva etapa, muy seguramente los tendrá en cuenta.