Por: Chano Rangel
Cuestionado, criticado y hasta muchas veces abucheado, algo tiene el presidente electo, que levanta aun en estas circunstancias, encuentros de amor y de odio. Con los lópez-obradoristas no hay términos medios, se es o no se es y punto.
De algo si estoy seguro, Andrés Manuel, es un hombre persistente, obstinado y hueso duro de roer, su lucha nunca a mermado y a dejado de tener de su lado, a los enemigos del sistema político mexicano. El Status Quo, que era una herramienta de campaña, y su ligue a la corrupción a dejado de ser tema, ahora ya se avientan flores unos al otro y viceversa.
Pero quien opero el sector empresarial, fue el regiomontano Alfonso Romo, su llegada al equipo de López Obrador, le permitió tender puentes con la oligarquía mexicana y los hombres del dinero, tras bambalinas, le inyectaron al proyecto obradorista, y dejo de ser beneficiario único de Carlos Slim, que hora busca pagar las cuentas, con el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Sin embargo, el hartazgo de la población fue su mayor aliado, los partidos tradicionales, desgastados y mal calificados, no hicieron las cuentas correctamente y la elección tomo desde hace 1 año, un camino que jamás tuvo reversa y el resultado no asusto a nadie.
Pero para quienes pensaban, que era llegar, gobernar e irse, se equivocan, los movimientos políticos regionales, asi lo demuestran, al más puro estilo del viejo PRI, AMLO, a nombrado 32 coordinadores de desarrollo estatal, y nombrara a 300 coordinadores regionales, 1 por cada distrito electoral, y esos muy seguramente serán candidatos a diputados y gobernadores, al estilo de “Solidaridad” de Carlos Salinas.
Para lo que aún no nacían en ese tiempo, Solidaridad, fue el programa social más populista y políticamente rentable, que, impulso Carlos Salinas de Gortari, como presidente de México. Desde esa plataforma se construían las candidaturas y perfiles políticos del momento, no había nada en cuestión electoral, más eficaz que solidaridad.
Ese es el proyecto de la honestidad valiente, del Juntos Haremos Historia. Ese es el verdadero andamiaje donde circulara la política social de AMLO. Dándole a los operadores estatales, recursos ilimitados, para formar su propia estructura federal, anteponiendo sus intereses a los de gobernador de cualquier entidad. Por eso a esos perfiles, ya se les llama vicegobernadores. Pero con dinero, mucho dinero.
El tiempo dará la razón a quien la tenga, pero esta es mi visión de este momento. Lo que viene ya veremos. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Donde parece que ya se coció el arroz, es en el PRI estatal, y el delegado en federal en San Luis Potosí, Cesar García Coronado sera el próximo dirigente estatal de este partido.
A la sorda y calladamente, García Coronado, tiene las relaciones y atributos para ser el próximo dirigente, Sergio Guajardo, el vendedor de ilusiones, se tiene que ir, aunque se niega a dejar las prerrogativas. Pero el tiempo no perdona y las urnas menos, su estrepitosa derrota, para el olvido, lo dejaron fuera de toda posibilidad de continuar en el cargo.
Cesar García, tiene buenos amarres, conoce muy bien el CEN del PRI, y su dirigente ya encumbrada Claudia Ruiz-Massiue, dará en los próximos días el palomeo para la asunción. Es cuestión de tiempo aseguran los analistas.
Lo cierto, cierto y harto conocido es que el PRI de Tamaulipas, tendrá que construir a partir de los escombros, lo que hay en este momento, no alcanza ni para pelear, una regiduría. Al tiempo.