Por: Chano Rangel
Mire si usted está a una distancia de 2 metros y ocurre un accidente dirá una frase casi infaltable: “por poquito me toca” 2 metros es la distancia entre el transitar de los carros por la calle y las banquetas, por donde uno camina. Además 2 metros son bastante distancia cuando surge un error de cálculo y alguna carretera queda mal trazada, además 2 metros pueden ser la distancia para que se lo lleve el tren o salga usted ileso en cualquier accidente.
Pero 2 metros se ha convertido en la distancia más usada en los últimos días, para evitar contagios en reuniones y vida cotidiana, además obvio del uso de cubrebocas, gel antibacterial, y lavado continuo de manos, siguiendo esas simples recomendaciones, la curva de contagios baja drásticamente y evita aglomeraciones en hospitales y clínicas de salud públicas y privadas.
La galvanización de las medidas de emergencia sanitaria, tomadas por estado, es un ejemplo de la vulnerabilidad de la población, que sigue en un porcentaje mínimo, haciendo caso omiso de estas recomendaciones, poniendo en riesgo a un mayor número de población, en su afán rebelde y culpados del gobierno como fuente de desánimo y creador de todo esta problema de salud pública, solo con la finalidad de tener como corderos a sus gobernados.
Pero la muerte toco los cimientos de los incrédulos, y ahora piden atención inmediata, estricta y una solución eficaz para sus contagiados, piden que se les atienda por encima de todo, y que el gobierno que antes culparon, sea el garante de la salud de sus familias; cuando el agua llego a los aparejos, entonces entro la preocupación, pero estos mismos incrédulos, hicieron filas para comprar cerveza, desdeñaron las medidas sanitarias y se opusieron de manera vehemente a las medidas del cierre de los fines de semana.
Pero 2 metros si importan, el virus del covid-19, no recorre de manera aeróbica más de esa distancia y si es así, llega de una manera muy debilitada, según datos científicos probados; aunque los últimos estudios, están por determinar si ya está en el aire el virus, algo que sería catastrófico para los mexicanos, con poca cultura de prevención.
Con la Sana Distancia y el fin de su programa el país, regreso a su nueva normalidad, los expertos en epidemiología, afirmaban que no era lo mejor, que aún teníamos que esperar más días, unas 4 semanas; pero la urgencias de reactivar las giras del presidente, dio al traste y de forma equivocada se tomaron medidas, cuando la curva de la pandemia, aún no comenzaba, y una vez que la reapertura se dio, también el aumento de manera exponencial de contagios y las defunciones aumentaron por miles.
La Sana Distancia, era la mayor aportación de las recomendaciones de salud, 2 metros, eran lo suficiente para tener a raya la pandemia, y con ello ir formulando su debilitamiento.
Pero cuando se mezcla la salud con la política y sobre todo con la terquedad, surgen casos como los que vivimos en nuestro país.
Reynosa ha sido un ejemplo regional de cómo se puede subir, bajar y contener un brote epidemiológico de estas magnitudes.
La ciudad solo cuenta con la autoridad municipal que dirige Maki Ortiz, que responsablemente hace entrega de insumos a todos los hospitales públicos, sin importar colores e ideologías políticas, anteponiendo metas personales a la población reynosense.
También del área municipal surgen la mayor cantidad de espacios públicos desinfectados, casi a diario, y se participa en los puntos de revisión en toda la ciudad de vehículos y transeúntes para el uso de medidas higiénicas y de protección de su salud. Desde donde el municipio reynosense con recursos propios ha enfrentado de manera decidida la pandemia.
Con solo dos fines de semana del cierre de negocios se evitó que los hospitales colapsan, las críticas a la autoridad municipal y estatal, no se hicieron esperar, pero los resultados les dieron la razón. Callando las bocas de los incrédulos, que aun hacen sus ataques a través de redes sociales, y uno que otro medio amarillista.
Si tenemos en cuenta las medidas sanitarias, asumimos la responsabilidad ciudadana, téngalo por seguro, que pronto estaremos mejor y habremos aprendido algo, una historia de vida única y perdurable.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás.
Los campesinos, agricultores y pequeños productores, siguen en su lucha, y continuarán con sus marchas y protestas en los puentes internacionales, aunque claro está, que estas serán afectaciones mínimas, porque los cruces están a mínimo de su operación por razones sanitarias.
A pesar de marchas y los gritos desesperados de los productores del campo, aún no reciben ningún ofrecimiento del gobierno federal, responsable directo de los apoyos al productor.
Pero si vemos la política agroalimentaria de esta 4T, entonces perdidos están los reclamos, porque el presidente y su terquedad, no oyeran y atenderán ningún reclamo de este tipo, al presidente salido de las marchas y plantones, ahora como gobierno, no le gusta que se las hagan y le molesta ver protestas en su contra, paradójicamente.