Por: Chano Rangel
Después de lo ocurrido este 01 de Julio, aun el marasmo no pasa, el golpe a la mandíbula noqueo a la gran mayoría, que aun están en la cuenta reglamentaria para su resucitación, a algunos les podrán contar hasta 200 y no se levantarán de la lona, el caso más cercano es Reynosa, donde la doctora Maki, arrasó y fue un verdadero tornado azul.
En Tamaulipas, las cosas no están para nada halagadoras, para PRI, en Reynosa, Matamoros, Victoria, Nuevo Laredo, Tampico, Mante, San Fernando, Valle Hermoso y Río Bravo, el priismo tendrá que esperar unos días, para que las aguas y la ola del tornado azul estatal y del Tsunami federal bajen, para saber a cuanto ascendió el daño, y seguramente, si usted querido lector, vio que el PRI, se fue prácticamente el ceros en esta elección concurrente, esperece a ver, cuando las aguas recobren su nivel, para que vea, lo que ha quedo debajo de los escombros.
Dicen los expertos, que cuando las aguas bajan, es cuando realmente se ve el daño causado, y eso lo empezaremos a ver en las próximas semanas. Muy seguramente los priistas, algunos ganadores, también se unirán a MORENA, o al PAN, los resentidos y enojados con sus líderes, esos ya votaron en contra y los veremos en otros escenarios y partidos, recordarle que, por primera vez en la historia de Tamaulipas, el PRI, no tendrá senaduría, ni de primera minoría.
Tampoco el tricolor no gano ninguna diputación y sus bastiones como Victoria, Matamoros, Valle Hermoso y Tampico, en lo local, los perdió todos ante un Tsunami azul tamaulipeco. El priismo tendrá que replantear su existencia, la rapiña comenzará en los municipios importantes, para agarrar si queda algo del ex partido poderoso.
Otro ejemplo más claro, está en Matamoros, donde la lucha entre el PRI y PAN, hizo que MORENA, caminara solo por una avenida sin obstáculos, porque tanto el PRI, como el PAN, no midieron el tamaño del oleaje que representaría López Obrador en esta ciudad. Se equivocaron, pero esto dejo al priismo de Matamoros, al borde de la tumba, muy diferente al anterior derrota en contra de Lety Salazar, porque ahora, a parte de tsunami guinda, paso un tornado azul, que llevo todas la ciudades que el PRI aun conservaba.
Con este panorama al priismo no le queda más que rezar, para que ya no siga lloviendo, porque por una parte, no tendrán legisladores, y como muestra la ciudad más grande que ganaron, se llama Miguel Alemán, asi las cosas en el partidazo.
En el caso del PAN, salvo Matamoros, que era permisible, le fue muy bien al partido del gobernador, las alcaldías ganadas son 31, más que en el 2016, eso quiere decir, que la respuesta al gobierno de Cabeza de Vaca, es favorable y los tamaulipecos le han brindado su confianza.
Ejemplo más claro, está Reynosa, y como dicen los meteorólogos, que cuando las corrientes de agua y calor se juntan, pueden causar fenómenos inusitados. Esto pasó en Reynosa, donde la labor del gobernador Cabeza de Vaca, y la buena administración de Maki Ortiz, dieron como resultado, una elección histórica en la ciudad y ejemplo en Tamaulipas, y a nivel nacional.
Así las cosas, ahora solo esperemos, que el agua baje, y saber donde quedaran los partidos perdedores, nadie sabe, que se encontrara al bajar la marea. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En Reynosa, sigue firme la obra pública y social, el alcalde en funciones Alfonso Peña, a girado instrucciones para que se continúe de manera permanente con la limpieza de drenes y drenaje, por aquello de recibir más precipitaciones pluviales.
También el exhorto es los ciudadanos para mantener limpia las calles y sus terrenos, y con ello poder evitar inundaciones recurrentes, con tristeza vemos rejillas llenas de basura, drenes con todo tipo de enceres domésticos, y es eso lo que causa estragos en épocas de lluvias, razón de sobra tienen las autoridades para convocar a los reynosenses a mantener limpia la ciudad.
La ciudad más limpia, no es la que más se limpia, si no la que menos se ensucia; así que desde aquí, también convocamos a todas las familias, a mantener sus lugares limpios y don ello contribuir al rápido desalojo de aguas en caso de lluvias fuertes y recurrentes.