Por: Chano Rangel
El pasado fin de semana se conmemoro un aniversario más de la promulgación de la constitución mexicana, la Carta Magna que nos rige desde 1917, donde se promulgaron gran parte de las leyes que nos rigen en la actualidad.
Modificaciones ha habido muchas, desde la reforma al 127 constitucional, hasta modificaciones que han tenido que ver con la generación de inversiones privadas en el sector público, que hoy en día apuntalan gran parte de la competitividad del TLC.
Nunca se habían modificado leyes por capricho, por querer sentar las bases para ideas de un solo hombre y de una postergación de su poder, donde el desmantelamiento de las instituciones es evidente en este nuevo paquete de reformas, que tienen más un tinte electorero que de consolidación del gobierno al final de su mandato.
Desde querer cumplir caprichos del mandatario, y hacer que jueces y magistrados hagan campaña política para ocupar esos cargos, dejando fuera la autonomía de la corte, además los representantes de la ley tendrían que someterse al poder legislativo y ejecutivo, algo que no está previsto en nuestra carta magna, pero que el presidente quiere estrangular de esta manera para consolidar su proyecto de nación y de la imposición de sus ideas.
Todas las dictaduras en América Latina y el mundo, entraron por la puerta de la democracia, al final salieron vapuleados y odiados por un pueblo arto de sus fechorías y desplantes; del abuso del poder, dejando en su haber pueblos empobrecidos y divididos entre odios políticos y sociales.
Centro y Sudamérica, están los mayores ejemplos, Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, son solo ejemplo de este camino de autoritarismo.
Además de eso la isla de Cuba, Haití, Republica Dominicana, son también claros ejemplos de dictaduras que parecían perfectas, pero al caerse como castillo de naipes, dejaron pobreza y desolación en sus pobladores.
Con las reformas enviadas al congreso, el presidente tiene el pretexto para culpar a sus adversarios políticos de su fracaso sexenal, deja en manos de las cámaras el resultado final de su mandato, al final la culpa la arrastraran en el congreso, como una estrategia de repartir la culpa y no asumir como ejecutivo la parte esencial de sus políticas fallidas.
Desmantelas la Corte Suprema, Jubilaciones al 100 por ciento, prohibir la venta de vapeadores, mantener en secreto sus gastos en obras faraónicas, controlar medios y opinión de la población, todo con el afán de amalgamar en su favor, un sueño de nación, que solo existe en la mente del mismo que las propuso, no hay razón, las instituciones mexicanas se han consolidado al paso del tiempo, como el INE, que también insiste en desmantelar a su salida del gobierno, y que fue precisamente este instituto el que hizo posible que la izquierda llegara al poder.
Con el paquete de reformas el presidente sabe que no pasaran, que solo es cuestión de tiempo para sean mandadas a la congeladora, que quizá no lleguen en su mayoría no a las comisiones respectivas para su discusión, porque solo quedan un periodo de sesiones en las cámaras, y sus relevos vendrán en septiembre, y de ahí la prontitud del mandatario con la esperanza de que su partido obtenga las mayorías en ambas cámaras, algo que en este momento parece imposible.
En esas reformas y en las propuestas de las mañaneras, no hay ninguna estrategia para bajar los índices de inseguridad, no existe una sola de como incentivar la inversión privada, como generar más empleos, como combatir la pobreza de manera real y efectiva, de cómo consolidar el avance de los jóvenes a terrenos productivos y útiles para el país.
Esperemos que al final del sexenio se contemple que, regalar dinero no fue la solución, que comprar una refinería en Texas y construir otra en México, no bajo un solo peso el litro de gasolina, que hoy en la región se compra en 23 pesos, casi nuevos pesos más cara que el sexenio pasado; que los abrazos y besos, no funcionaron en la seguridad pública, y que reunirse todos los días con generales y jefes policiacos de nada sirve, si no se tiene una estrategia clara.
Con todo este paquete de reformas una cosa queda claro, los culpables del fracaso serán otros, esa es la idea.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Suspendido el proceso de selección de aspirantes en Morena, hasta el 19 de marzo, mero día de San José, donde se tendrán que definir si o si, las candidaturas a presidentes municipales, diputados locales y cerrar las pinzas en las contiendas al senado.
Loso números como lo sabemos por buenas fuentes, no están definidos para ningún candidato, ni los de la alianza, ni la coalición están seguros de un triunfo arrollador, como se ve la situación, será un arcoíris electoral, donde se tendrán que poner a prueba las capacidades de negociaciones con las distintas fuerzas políticas de la entidad.
En Morena, pasaron de la seguridad, a la incertidumbre, del arrollador triunfo al miedo a perder, y de las encuestas super cómodas a una competencia cerrada y definida hasta el final. Con esos datos se detuvo todo, y el análisis final podría dejar fuera de la jugada a muchos que se sentían seguros para la elección.