Por Pegaso
Sentado en mi nubecilla viajera, me topé de pronto con un video que se subió a las redes sociales donde el alcalde de río Bravo, Juan Diego Guajardo Anzaldúas aparece bailando música disco al más puro estilo de los años setenta y ochenta.
«Sobreviví», es el tema de la pegajosa melodía que el munícipe ejecuta con buen estilacho y magistral soltura.
Está de sobra decir que el video se hizo viral rápidamente y fue el tema de conversación de políticos, periodistas, empresarios y gente de la calle.
Yo no me explico por qué inmediatamente surgieron las críticas. Que si fue algo grotesco, que es inapropiado que un alcalde haga eso, que ya está pasado de moda…
Ya anteriormente la Presidenta Municipal de Reynosa, Maki Ortiz, recibió ataques muy fuertes por haberse atrevido a bailar en una de las audiencias públicas. Casi, casi la crucificaron sus enemigos gratuitos.
Parece ser una regla general que aquel político que ose mover un pie, una mano o siquiera los ojos al ritmo de la música durante un acto público, será duramente lapidado por los críticos conservadores y golpeadores por consigna.
No pretendo convertirme en defensor de oficio de Juan Diego, pero quiero imaginar cuál fue el motivo que lo impulsó a utilizar tan singular recurso para promover las bondades de su gobierno.
Creo, pienso, que algún creativo de su equipo de Imagen y Comunicación Social tuvo la peregrina idea de elaborar un material audiovisual donde el alcalde se viera «cool».
Para ello, utilizaron un viejo éxito setentero de la cantante norteamericana Gloria Gaynor llamado «Sobreviviré» (I will survive, en inglés; año de lanzamiento, 1978; influencias, Jazz, Disco, R&B/Soul, Dance/Electrónica y Pop; obtuvo un Premio Grammy a la canción del año y otros premios más).
Vemos en el video a un Juan Diego bailando al ritmo de la música disco, con una letra adaptada donde resalta las obras y la enjundia de los habitantes de Río Bravo en salir adelante a pesar de las constantes situaciones de inseguridad que se viven, de ahí el título: «Sobreviviré».
El material empieza con el Presidente Municipal sentado ante la cámara, haciendo play back de la melodía. Momentos después se quita el saco y en una escena inédita, lo vemos haciendo algunos pasitos en una cancha deportiva y recorriendo obras públicas.
Desde mi particular punto de vista, la idea no tendría nada de malo de no ser porque en Tamaulipas y en México no existe la costumbre entre los políticos de convertirse en showmen o de hacer payasadas ante una cámara.
A diferencia de nuestro país, en Estados Unidos los payasos llegan incluso a ser Presidentes, como ya lo hemos visto con El Trompas.
Así pues, el bailecito de Guajardo causó polémica y lo hizo más popular, aunque salió algo raspadón.
Yo le hubiera aconsejado a sus creadores de imagen que utilizaran algún ritmo más actual en lugar de la música disco.
Por ejemplo, se me está ocurriendo que habría estado mejor poner como fondo un Raeggetón, con la adaptación de la letra, donde el munícipe mostrara sus cualidades histriónicas.
El Raeggetón es un género musical que tiene sus raíces en la música de Am érita Latina y el Caribe. Su sonido se deriva del regaee jamaiquino, influido por el hip hop. Se desarrolló por primera vez en Panamá en los años se4tenta y principios de los noventa en Puerto Rico; nace y surge a raíz de la comunidad jamaiquina cuyos ancestros llegaron a Panamá, junto a inmigrantes de ascendencia afroantillana durante el Siglo XX.
¿Y qué tal el Pasito Duranguense? Estoy seguro que con unas botas tribales y un sombrero ranchero hubiera salido un video bien chido.
El duranguense es un género de música popular que se creó a mediados del 2000 en algunas comunidades del centro y occidente del país. Sus instrumentos principales son el saxofón, el trombón, la trompeta y el tambor, ejecutados por una banda.
Ahora que si quería algo más locochón, ahí tenemos El Gallinazo de Mario Bezares, aunque supongo que las críticas habrían sido mucho más numerosas.
Imaginemos por un momento que los creativos de Guajardo hubieran escogido una Lambada o una Quebradita.
Se habría visto chulo de bonito el edil.
Y como yo me tengo que preparar para mi clase de zumba, aquí los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice: «Entonces, nos trasladamos hacia la festividad que consiste en seguir corporalmente el ritmo de una melodía». (Pos pa´l baile vamos).