Todo parecía perdido. Jesús había muerto. Pero María Magdalena y las otras mujeres no se dejaron aprisionar por el dolor, sino que, fieles al amor, a primera hora fueron al sepulcro para embalsamar el cuerpo del Maestro ¡Y en lugar de un cadáver, encontraron un anuncio que ha cambiado para siempre la historia: “Ha resucitado”! (cf.Mc 16, 1-7)
“Cristo ha resucitado –exclama san Juan Crisóstomo– y la vida ha surgido” (Homilía sobre la Pascua). ¡Hay esperanza! El mal y la muerte no tienen la última palabra ¡El amor, que en definitiva es Dios, vence al pecado y hace triunfar para siempre el bien y la vida!
¡Alegrémonos! Porque la enfermedad, las penas, los problemas y la muerte terminarán, y luego seremos felices por siempre, si nos dejamos encontrar por el Resucitado a través de su Palabra, de la Liturgia, de la Eucaristía, de la oración y de las personas, y resucitamos con él a una vida nueva, amando y haciendo el bien.
Así ayudaremos a que la familia y el mundo resurjan a una vida en la que todos podamos vivir con dignidad, realizarnos, encontrar a Dios y ser felices, conscientes de que Jesús camina delante de nosotros, abriéndonos el paso, y que, como dice el Papa: “con Él, la vida comienza de nuevo” (Homilía en la Vigilia Pascual, 3 de abril 2021).
¡Feliz Pascua 2021!
+Eugenio Lira Rugarcía Obispo de Matamoros