Por José Ángel Solorio Martínez
Fernando Arizpe García, se siente y se mueve como parte prominente del Gabinete de Américo Villarreal Anaya. Como ministro sin cartera: ofrece cargos de gobierno; cita a funcionarios a su oficina; media en asuntos gubernamentales; habla con miembros de la administración estatal; critica a secretarios a quienes considera de bajo perfil -como al Secretario de Administración, Jesús Lavín Verástegui, a quien califica de muy menor para su encomienda- y apoya a Abelardo Ibarra -por instrucciones del Ejecutivo estatal, según se dice-, para que se convierta en el dirigente del SNTE en Tamaulipas.
En suma: se siente casi, casi, vicegobernador.
La más reciente hazaña del ex Secretario General de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, ocurrió hace unos días en la Secretaría de Educación Pública.
Arizpe García, se presentó con los altos jerarcas de la SEP.
Muy sobrado, narran quienes lo vieron.
Casi giraba instrucciones para que lo atendieran.
El encuentro con los operadores de la SEP, fue cordial.
Cómo no: se decía enviado, de las altas esferas del poder en el estado.
Se le escuchó con atención.
Con respeto.
Casi daba cátedra el médico.
La sorpresa se hizo mayor, cuando expuso el motivo de su visita y su encuentro con las meras meras de la educación en el estado.
Palabras más, palabras menos, el ex funcionario de la UAT, expuso sus ideas.
Ahí fue donde empezó a oler mal el encuentro.
El sedicente representante del responsable de la IV T en Tamaulipas, expuso el principal motivo de su visita: cuestionó los sitios en dónde se hacen negocios en la dependencia.
Y lo más sorprendente: quería ser él quien los manejara.
Ahí mismo, los influyentes responsables de la SEP, lo mandaron con cajas destempladas.
Con respeto, pero con firmeza.
Luego, se informó al Ejecutivo estatal, para evitar malos entendidos.
¿Está dentro de los proyectos de la IV T, sumar al MVZ?
¿Quién le dio tanto poder de decisión?
¿Sólo trata de asustar con el petate del muerto?
Todavía no se sabe.
Como tampoco, se sabe hasta cuándo le pararán el alto.
El asunto de la sucesión en el SNTE, va por el mismo sentido. Con la misma estratagema de ser interlocutor con el Gobernador, opera como jefe de campaña de Abelardo Ibarra. Ha convocado a varios dirigentes magisteriales para sumarlos a ese proyecto. Lo que se maneja en corrillos del magisterio, es que tanto Ibarra como Arizpe García, van por los fondos y los ahorros de los trabajadores de la educación en el estado.
De igual manera, con la charola que presume, patrocina a grupos disidentes del rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos para socavar su autoridad, toda vez que sueña con regresar a la rectoría.
Arizpe García, tiene un largo historial en la Universidad de Tamaulipas. Y en toda esa trayectoria, nunca se ha significado por una conducta progresista en las áreas que ha ocupado.
Es muy probable, que haya dejado atrás ese pensamiento porril.
Habría que felicitarlo por ello.
Sólo que…
…si es extra-oficialmente parte de los funcionarios a la sombra de la IV T, sería una primicia en la historia de los gobiernos tamaulipecos: veríamos a un criminal, haciendo funciones que sólo competen al Gabinete estatal.