Por Oscar Díaz Salazar
1.- Al menos uno de los asuntos que integraron al expediente de desafuero de Francisco N como gobernador de Tamaulipas, fue una obra no realizada y pagada al momento de integrar los documentos que acompañaron a la petición de desafuero, y que los diputados percibieron como un posible ilícito.
Se trata del edificio que se destinaría a ser sede de una oficina especializada en la procuración de la justicia para la mujer, construido a posteriori y en calidad de «vomito negro» en Reynosa.
2.- Varios directores y secretarios de obras públicas de los municipios grandes y medianos del Estado, se sorprendieron al constatar que los proyectos ejecutivos solicitados por los directivos de la Secretaria de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas, – subordinados de la secretaria Cecilia del Alto -, con la promesa de realizar esas obras, fueron «facturados» (y pagados) como si se tratara de trabajo subcontratado a empresas especializadas en proyectos de ingeniería.
El gobierno de Cabeza de Vaca, a través de la Secretaria de Obras Públicas, (Cecilia del Alto) pagó los proyectos ejecutivos que les había cedido los gobiernos municipales sin costo.
3.- El derrumbe de las estructuras metálicas que soportaban los techos de lona (velarías) de uno de los Centros de Bienestar y Paz de Matamoros, exhibió a la Secretaria de Obras Públicas por fallo en los diseños, fallo en los cálculos estructurales, deficiencia en el trabajo de soldadura y la subcontratación obligada de empresas de estructura metálicas «patito», como requisito para la asignación del contrato respectivo.
Sin tener acceso a los expedientes respectivos y sin citar información y ejemplos de los que «no se tienen pruebas, pero tampoco dudas», como sería el caso de los moches del treinta por ciento y por adelantado, les comparto tres casos de malas prácticas en la Dependencia que por seis años manejo Cecilia del Alto.
Traigo estos recuerda al presente para hacer notar que esa funcionaria, titular de una Secretaria donde se ha institucionalizado la corrupción y las malas prácticas, me refiero a la arquitecta Cecilia del Alto, no es molestada ni con el pétalo de una denuncia, ni con una línea que ponga en duda la legalidad y corrección en su actuación como funcionaria vacuna.
¿Será porque es originaria de Victoria?
O me van a decir que en ese gobierno que señalan de ser el más corrupto del mundo mundial y de todos los tiempos habidos y por haber, hubo un islote de decencia, honestidad y buenas prácticas.
