Por: Chano Rangel
Han comenzado los foros de paz en México, ciudad Juárez y Torreón, como símbolo de ciudades en desarrollo, pero también marcadas por cicatrices profundas, que han dejado la guerra de la delincuencia organizada. Iniciada hace ya más de una década.
Silvia Ortiz, ponente en Torreón, puso el dedo en la yaga, al afirmar, que no hay la posibilidad de perdón, mucho menos de olvido, la justicia se debe de aplicar sin distingo y sin contratiempos. Este es le tenor que ha sido el sello de los dos foros, hasta el día de hoy realizados. Donde las victimas no aceptan un perdón, mucho menos el olvido de su tragedia.
Esto nos lleva a recordar el Plan de Paz de Colombia, donde muchas de las medidas pasaban por una amnistía, hacia las FARC y los Paramilitares, ninguna de ellas fue posible, primero porque los Para’s y las FARC’s, se convirtieron en delincuentes, al ser los proveedores de droga a los carteles, se olvidaron de sus fines y muchos comandantes se hicieron multimillonarios a la sombra de la guerrilla.
Muchas familias, hijos, hermanos, padre y campesinos, fueron obligados a trabajar para las FARC’s y los Para’s, esto les quito en muy pocos años, el apoyo de los campesinos y de muchos ciudadanos colombianos que si creían en su lucha, les dieron la espalda y en el refrendo nacional y la consulta publica, los colombianos no perdonaron y muchos menos olvidaron las atrocidades de la guerra civil. El voto fue mayoritario y el pueblo cafetalero, le dio un rotundo NO, al perdón y al olvido.
En México, la encrucijada es muy grande, las cifras rondan en más de medio millón de muertos, otros muchos miles de desaparecidos, secuestros, extorsión y familias completas desgarradas por la violencia. Por eso a quedado claro, que la pacificación, no pasara por el perdón, mucho menos por el olvido de las familias afectadas.
La vida está llena de buenas intensiones, de gente comprometida y decidida a ir al fondo del asunto, México es una gran fosa común, de miles de familias y desaparecidos, de madres de familias, que no saben donde llorar a sus hijos, esposos o familiares, por que, simplemente jamás los volvieron a ver.
Ahora el llamado es a la paz, a que costo, eso aun no lo sabemos, pero de algo estamos seguros, las victimas, no se sentaran en la mesa, con los victimarios y eso si a quedado claro en los foros de pacificación llevados a cabo en el norte del país.
Vamos a entrar en un periodo de dudas razonables, de el inn pass, donde el que se va (Peña Nieto) es un desastre en seguridad y el que entra (AMLO) deberá de dar una campanada decisiva, pero eso si, hay que esperar, su mandato comienza el 01 de Diciembre, hay que dejar que se siente en su silla de águila. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Muchos son los que esperan cambios o esperaban, no los habrá, el gobernador de Tamaulipas, ha dicho que serán mínimos, que en contexto, los funcionarios estatales, serán prácticamente los mismos, y los detractores del gobierno, se quedarán lamiéndose los bigotes.
Muy seguramente serán incluidos algunos hombres más a su equipo, para robustecerlo, pero hasta ahí, lo demás seguirá como el andamiaje y engranaje ya conocido. Por cierto, muy bien le fue en la evaluación de comunicación de gobiernos estatales a nivel nacional, es el gobernador Cabeza de Vaca, uno de los que mejor comunica sus acciones de gobierno, en redes sociales, como Facebook y Twiter, y demás medios convencionales, esto dado a conocer por una de las empresas más prestigiadas en opinión publica del país.
En otro orden, se llevó a cabo el festival ALGARABIA, todo un acontecimiento ahí en la calle del Taco de Reynosa, el alcalde en funciones Alfonso Peña, extendió la invitación para todas las familias, y el lugar lucia bastante concurrido.
Sin lugar a dudas, eventos como los del Festival del Taco y en conjunto, con Algarabía, hacen participes a cientos de personas, de una manera sana y en total convivencia familiar. Hechos como este, recuperan poco a poco la pequeña economía y la confianza de los ciudadanos. Reynosa, es hoy por hoy, la ciudad más importante del estado, y sus actividades culturales, están a la altura de una gran ciudad.