Por Pegaso
Como el T-800 de la película El Exterminador (The Terminator, por su título en inglés. Estrenada en 1984. Director: James Cameron. Protagonistas: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton y Michael Blehn), El Trompas hace con la boca un gesto repugnante, mientras sus ojos emiten un brillo maligno: “I’ll be back” (regresaré).
Después de que el Senado de los Estados Unidos se la peló… perdón, lo exoneró, el orate viene por la revancha.
Con toda la lana y el tiempo del mundo, ahora sí se pondrá a organizar a sus muchachitos, los supremacistas blancos agrupados en tenebrosas organizaciones como el Ku Kux Klan, los Skinhead, los Proud Boys y otros muchos grupos racistas que habitan a lo largo y ancho del territorio gringo.
En total, hay 784 grupos de odio, de los cuales nomás 142 son de inspiración neonazi, 119 grupos de cabezas rapadas (Skinhead), 115 grupos nacionalistas blancos y 72 mantienen vínculos con el Ku Kux Klan, de acuerdo con la BBC.
El Trompas viene a terminar lo que empezó, desde afuera del Gobierno y con esto se convierte en la peor amenaza para la estabilidad y la paz mundial.
El Cuarto Reich ya está a la puerta, y de mí se van a acordar.
El brazo armado del Partido Republicano no tarda en manifestar su fuerza ante la tibieza del Senado y de Biden.
Como la araña teje su red para cazar moscas, así los grupos de derecha radical y las organizaciones conservadoras, se preparan para la batalla que está por venir.
Siempre he dicho yo que un loco con poder es lo más peligroso del mundo. Poder económico y político.
Y así, los Servicios de Inteligencia de Pegaso (SIP), han podido interceptar un mensaje de El Trompas con serias amenazas.
¿Contra quién creen ustedes que van esas amenazas? ¿Contra Biden? Noooo. ¿Contra El Peje? Noooo. ¿Contra Putín? Noooo. ¿Contra el coronavirus? Nooooooo.
El citado mensaje lanza una amenaza a su servilleta, Pegaso, y dice más o menos así:
“Delta, Congo, Delta, Unicornio (2021). Prepararnos para castigar a todous nuestros enemys, como ese mother fucker de Pegasou. Durante toda la campaña estar chingue y chingue. Me llamó nazi, gringou loco, son of Hitler y otras palabras que ser muy ofensivas.
Gracias a él toda mi gente voltearse a votar por el son of a bitch Biden. Ni mi cuate El Peje pudo hacer que dejara de criticarme. Ser el primero al que lanzarle una bomba atómica, luego ahorcarlo y llevarlo a la silla eléctrica. Esperar instrucciones”. (Traducción libre).
No tengo miedo. Puede El Trompas soltar a una orda de ku kux klanes y skinheads contra mí, pero no podrá callar mi voz.
Haré llegar esta columna a mis befos del Washington Post, The New York Times, Los Angeles Times, Chicago Tribune, The Miami Herald, USA Today, The Denver Post y Chicago Sun Times, así como a las televisoras NBC, CBS y ABC para que sepan de qué pie cojea el ojete y rollizo exmandatario.
Y si eso no bastara, le diré a mi amigo Dalton Ramírez, propietario de la piñatería Ramírez, que le haga una bonita y graciosa piñata para romperla en la explanada de la plaza Miguel Hidalgo.
Me despido con el refrán estilo Pegaso: “Pretenden intimidarme con la frazada rústica del cadáver”. (Me andan queriendo asustar con el petate del muerto).