Por Pegaso
Se me hace que se la van a pelar al Gobernador del Estado. (Nota de la Redacción: ¿Qué le van a pelar, mi estimado Pegaso? Recuerdo que hace un poco más de dos años, cuando se supo del triunfo de ALMO y éste hacía un recorrido por Tijuana, una señora se acercó a él y le dijo: “¡Se la pelaron, señor Presidente!” A la fecha no se sabe qué fue lo que le pelaron).
Ahora resulta que las acusaciones que le finca la Fiscalía General de la República son más chafas que las moconovelas de Telerisa y Tele Aztuerca, y que un niño de primero de kínder pudo haberlas integrado mejor.
Hay miles de resquicios, vericuetos y fisuras en las leyes, por donde se puedan colar hábiles juristas, como el abogado del diablo Alonso Aguilar Sínzer, uno de los más perros que hay en territorio nacional, ahora defensor legal del Gobernador.
Tan escurridizo es ese leguleyo, que incluso si se teclea su nombre en Google no aparecen sino algunas esporádicas menciones de artículos periodísticos.
Lo dije desde que se filtró la petición de Procedencia de la FGR: Si logran desaforarlo, se acabará el cabecismo; de lo contrario, se verá fortalecido y nadie podrá detenerlo en su carrera hacia la Presidencia de la República.
Todavía hasta hace dos días era casi inminente que el Gobernador sería desaforado, tras lo cual, la FGR podría actuar en su contra por los presuntos delitos como delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada.
Para ello, tuvo que solicitar a la Cámara de Diputados el inicio del procedimiento de desafuero.
En Tamaulipas, se afirmaba que competía al Congreso del Estado determinar si éste procedía, sin embargo, destacados legistas del País insistían en que la única facultad de ese órgano era la de recibir la notificación e iniciar el proceso para designar a un gobernador sustituto.
Sin embargo, no sé por arte de qué magia los asesores del acusado se han sacado de la manga un recurso legal donde se establece que solo el Congreso estatal está facultado para desaforar a diputados locales y gobernadores.
No soy especialista en el tema, pero creo que están invocando el principio de autonomía.
A estas alturas ya hay quienes dudan que el Gobernador vaya a quedarse sin fuero.
Dado que es un procedimiento largo, lo más probable es que el caso se vaya hasta que concluya su mandato, y entonces, todo este circo, maroma y teatro quedará en nada.
Supongamos, que el Gobernador sale más limpio que una blanca paloma y finalmente se le exonera de todo delito habido y por haber.
Si eso ocurre, sería la mayor pifia que haya cometido la FGR, y por consecuencias, tendrían que caer cabezas.
No quiero adelantarme tanto, pero si eso pasa, pronto veremos al hoy gobernador, con las pilas bien recargadas, recorriendo toda la república con su famoso eslogan de campaña: “¡De que se van, se van!”
Y todo esto ha provocado un enorme interés entre la polarizada sociedad mexicana, al punto de que ahora prefieren ver en qué para todo este borlote, que estar viendo su moconovela favorita o los programas chatarra de “Veneneando” y “Venga la Algarabía”.
Tras este sesudo análisis, me despido de mis dos o tres lectores con el refrán estilo Pegaso: “Es preciso afianzar al cuadrúpedo denominado Bos taurus por las astas”. (Hay que agarrar al toro por los cuernos).