- El reto naranja los días 25 de cada mes, el personal porta algo de ese color, como forma de rechazo a la violencia contra la mujer y las niñas
Reynosa, Tam.- En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y las Niñas, la Unidad de Medicina Familiar (UMF) Número 40 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Reynosa Tamaulipas celebraron con talleres y conferencias, así como personal y derechohabientes les fueron colocados diferentes distintivos portando camisas y listón color naranja.
La coordinadora de Trabajadora Social de la clínica Número 40, Miriam Edith Loredo Amaro, explicó que se trata de una campaña integral por la igualdad, la perspectiva de género, y la prevención de la violencia donde cada día 25 del mes, el Instituto hace una intensa promoción para la erradicación de este mal entre personal que trabajan en el IMSS.
Señaló que en los últimos años, personalmente y como institución hemos sido testigos del avance en las tareas encaminadas a evitar la discriminación y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, tanto al interior como al exterior del Instituto.
En esta ocasión se ofrecieron talleres y conferencias en la explanada de la UMF Número 40, denominada “Prevención de la Violencia”, en donde participaron el director de la clínica del IMSS; Francisco Emmanuel Díaz Cisneros, el secretario General de Sindicato de la Industria Maquiladora (SIAMAR), Alberto Lara Bazaldua, la delegada de BIMBO; Ing. Karla Ruiz, Directora del Instituto Municipal de la Mujer en Reynosa; Lic. María Luisa Tavares Saldaña.
Es importante dimensionar este grave problema, destaco la trabajadora social, para así erradicar dichas prácticas que causan tanto dolor y daños físicos, mentales y emocionales.
Las consecuencias que tiene la violencia en la salud en el sector femenil van desde lesiones menores, discapacidades, embarazos no deseados, abortos, infecciones de transmisión sexual, padecimientos crónicos y en el peor de los casos, la muerte.
Finalmente invitó a todos los asistentes a tener claro que, más que un acto de simbolismo protocolario, “esta conmemoración debe tener vida en la plática con nuestras hijas e hijos, nuestros compañeros de trabajo, familiares y amigos”.
