Por José Ángel Solorio Martínez
El diputado panista electo, Ismael García Cabeza de Vaca, en una postura que evidencia ser prófugo de la ley, afirma ser perseguido político. Afirma en un oficio dado a conocer ayer a los medios, ser un ciudadano que tiene mas de 20 años de trabajar, enfrenta a un gobierno que no tolera voces disidentes.
(Como si nunca hubiera utilizado el aparato represivo del estado para aterrorizar a los que no piensan diferente; ahí está el exgobernador, Eugenio Hernández Flores).
Acusa al gobernador Américo Villarreal Anaya de sistemáticamente utilizar las instituciones para bloquear “mi participación de la escena pública en un intento por silenciar a quienes, como yo, no pueden doblar ni comprar”.
Luego sigue en su argumentación de héroe cívico.
“Mi único compromiso es con los tamaulipecos”.
También, señala la forma tan baja de actitud que es instrumentada con “órdenes de aprehensión en base a falsos delitos y documentos fabricados, revela el miedo que él, su gobierno y sus socios tienen a quienes hablamos con la verdad”.
Enfatiza que Américo, junto a sus cómplices me quieren bloquear el acceso al Congreso del Estado por una razón: sabe que diré lo que realmente es un SUBALTERNO que solo recibe
Instrucciones de Palacio Nacional y su administración ha generado un NARCOESTADO,
Vestido como paladín de los derechos humanos y la democracia, sigue diciendo:
“Mañana, Morena modificará las leyes para permitir que, sin el debido proceso y con el acceso de la policía al Recinto Legislativo, se pueda detener a cualquier legislador violando la Constitución y los Derechos Humanos”.
Olvida el diputado local electo, que es imputado por los Fiscales por delitos como enriquecimiento ilícito, dentro de muchos delitos; también, que su hermano, Francisco García Cabeza de Vaca, tiene cuentas pendientes con la ley.
Parece olvidar, lo mucho que no han respondido a los tamaulipecos.
Pero es osado el diputado.
Subraya:
“Esto no es más que un intento de eliminar los contrapesos anulando la división de poderes para callar a quienes exigimos y por sobre todo justicia”.
El escrito parece hecho por un rebelde con ansias de liberar a su pueblo.
Aunque usted no lo crea.
“No retrocederé ante este gobierno que aliado con el crimen organizado ha traído desolación y desesperanza. Firme y dispuesto estoy convencido de que la verdad prevalecerá”.
Pareciera que es un reto a los diputados que lo lanzarán a los guardianes del orden sin el fuero que lo protege de todo mal; pareciera, que es el llamado último de un ciudadano, que se lanza a las fauces de los leones, personificando al pueblo inerme; pareciera, que es un cadillo cívico defendiendo con su vida las libertades.
Dice:
“Este es mi mensaje a todas y todos los mexicanos, a los congresos locales de nuestro país: no permitamos que estas reformas secundarias destruyan la democracia. Estas modificaciones no solo buscan silenciar a opositores, también neutralizar a sus propios aliados cuando ya no les sirvan.”
Finaliza:
Seguiré firme, luchando por Tamaulipas, trabajando por un México libre, próspero y seguro.
Lo que no dice, es si se presentará a tomar protesta.
