- El Mandatario destaca que el ex candidato a la gubernatura de Puebla es un «destacadísimo dirigente»
Ciudad de México.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que trabajará con la gobernadora electa, Martha Erika Alonso, de manera institucional pero que «no voy a ir en estos días a Puebla por la situación que prevalece. No sería prudente».
Dijo que Miguel Barbosa no será delegado en la entidad pero sí lo invitará a formar parte de su equipo de trabajo.
En conferencia de prensa, López Obrador dijo que Barbosa Huerta es un «destacadísimo dirigente» a quien invitará a formar parte de su equipo de trabajo pero dependerá de la determinación que éste tome.
«Miguel Barbosa es un destacadísimo dirigente y tiene todo nuestro respeto y mi admiración porque ha hecho un gran esfuerzo a pesar de su estado de salud. Lo voy a invitar a participar pero va a depender de lo que él decida con absoluta libertad», dijo.
«No sé en qué cargo. Él nos puede ayudar como muchos otros, puede ser convocado a funciones. Todavía no terminamos de integrar todo el equipo. Queremos ir despacio y que sea gente honesta la que ingrese a ocupar los cargos», agregó.
Hoy lunes, la presidenta del tribunal Janine Madeline Otálora, rechazó que haya habido presiones o amenazas entorno al fallo que declaró válida la elección deMartha Erika Alonso como gobernadora de Puebla y pidió al magistrado José Luis Vargas Valdez, quien propuso anular la elección, denunciar y probar formalmente esas irregularidades.
López Obrador reiteró que respetará la determinación pero consideró que la decisión fue «equivocada, antidemocrática» y recordó que proviene de un movimiento político que ha enfrentado fraudes electorales.
«Creo que fue una decisión equivocada, antidemocrática. Lo tengo que decir porque vengo de un movimiento donde siempre enfrentamos fraudes electorales y nunca dejamos de condenar estas prácticas antidemocráticas».
Reclamó que el TEPJF fue «íntegro en lo que yo llamo el viejo régimen» por las prácticas que se llevaban a cabo y reclamó que en otros gobiernos, la integración de los tribunales se decidía entre los partidos políticos. A partir de esa situación, «venía la votación, la línea y salía exacto».
«Hacían una faramalla de convocar a posibles magistrados, iban muchos hasta de buena fe a entregar sus currículums y como son sueldos de 300 a 500 mil pesos mensuales, más otras cosas, pues se acumulaban muchos expedientes y luego, en un buen restaurant, con una buena comida y buenos vinos, se sentaban los jefes de los partidos y de ahí se dividían los cargos», dijo.
«Hay que desterrar esas prácticas antidemocráticas porque generan mucho daño las instituciones», agregó.