POR José Inés Figueroa Vitela
La primera vez que escuché de ellos yo era un niño.
Entonces no lo registré, pero mi padre, que solía ser repetitivo, mucho antes que los años viejos se le cargaran, se encargó de ponerlo en la conciencia de mi vida adulta.
Hablaba, desde el origen de la anécdota, de cuando trabajó para la entonces naciente empresa PRETELSA, “de PRIETO, ETIENNE y ELIZALDE”, se llenaba la boca en repasarlo, haciendo honor a su memoria.
Pasaron muchos años hasta que yo conocí al primero de los ETIENNE y no se parecía al que me había dibujado en la mente, como hijo de aquel empresario que mi padre me platicaba de niño.
Este PEDRO ETIENNE, de piel tostada y sombrero de palma, no parecía el heredero urbano, aunque su trayectoria en la izquierda era conocida y ya andaba en las de enrolarse con el movimiento de CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, con quien se integró luego como funcionario de la gran ciudad capital del país.
Más después conocí a ALEJANDRO, quien andaba en las del PRI, por el que llegó a ser funcionario, diputado y alcalde; empataba más con la figura de su legendario padre, más que empresario -referencia del mío-, abogado y notario, de.
Me tocó verlo en su calidad de líder y benefactor, muy cerca de los colegios clericales y su desarrollo; hasta en los últimos años de su existencia, fui testigo de cómo, no dejaba de asistir a la notaría, donde con una descomunal lupa, seguía revisando documentos del despacho.
De su otro hijo, MAURICIO, en quien cerraba el círculo de la pluralidad -PEDRO izquierda, ALEJANDRO centro y este derecha-, de muchos años tuve conocimiento, precisamente en sus relaciones políticas y sus actividades empresariales, muy cercanas al poder público.
Hace pocas semanas, de manera fortuita, nos presentaron personalmente y he recibido más información de sus actividades.
De cómo lo nombraron primero aquí parte del equipo “asesor” del prianismo y luego apareció, a nivel nacional, entre el “grupo ciudadano”, que da seguimiento al proceso para sacar la candidatura de las equis.
Ya sabe, el vocero de los concentradores del gran capital del país, CLAUDIO X GONZÁLEZ, que dispusieron meter a XÓCHITL GÁLVEZ de candidata a la Presidencia, retando la popularidad del Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y sus seguidores.
Valga toda la referencia anterior, para decir que el ala panista de los ETIENNE, es decir MAURICIO -aunque con las alianzas aquellas ya no haga diferencia con ALEJANDRO-, por estas fechas de “ciudadano libre”, anda muy crítico con el gobierno estatal morenista.
Con el federal desde que llegaron al gobierno EL PEJE y sus amigos, venía haciendo señalamientos, aunque más mesurados y espaciados.
En su caso, como el de otros, resulta puntual y valedero, repetir que los sucedidos de ahora que critica, no fueron ni tantito mayores a los que se dieron en los dos anteriores sexenios, del PAN y del PRI.
Más bien, lo que ahora pasa y se reconoce públicamente , es mucho menor a lo que pasó y se ocultó en el pasado mediato, desde el orden institucional y que además callaron los críticos de ahora, a quienes no parece mover más cosa que el orden electoral y la oportunidad comercial que le acompañe.
Con su PAN se la seguirán comiendo.
El ciudadano, tampoco “se traga” la versión de que CESAR “El Truco” VERÁSTEGUI OSTOS es distinto y ya distante de FRANCISCO JAVIER “N”, de quien fue lugarteniente durante el pasado sexenio y, de brazo armado, pretende convertirse a “brazo político”.
La dependencia de VERÁSTEGUI hacia CABEZA, no es solo de orden estructural; son almas gemelas, proclives a delito y significan lo mismo.
Ahora dejan correr la versión de que están peleados y que el de Xico, por el sometimiento violento de su pueblo, ahora es un líder político que “controla” la mayor parte del estado.
¿Quien piensan que les va a creer?
El PAN tamaulipeco sí está dividido en dos bandos, pero bien identificados cada uno por sus perfiles.
De un lado están los delincuentes que asaltaron las siglas para saquear al pueblo, comandados por los CABEZA y los VERÁSTEGUI y del otro lado, los panistas de siempre, dignos y militantes, cuyas banderas mejorar enarbolan el alcalde tampiqueño CHUCHO NADER y el ex senador matamorense, JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO.
A nadie sorprenden.