Madrid.- Acorralado por los procesos penales, el repudio de la opinión pública y los estamentos deportivos del país, Luis Rubiales presentó su renuncia como presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF). A partir de ahora enfrentará una causa judicial en solitario y sin poder utilizar los recursos del organismo que, durante su mandato, ha vivido la peor crisis de prestigio en su historia.
En una carta que dio a conocer ayer, Rubiales informó de su dimisión del cargo en la RFEF y de la vicepresidencia de la UEFA, única entidad internacional que se ha mantenido al margen de la crisis abierta, luego del beso forzado a la jugadora de la selección nacional femenina, Jennifer Hermoso, durante la ceremonia de premiación del pasado Mundial.
El directivo está suspendido de manera provisional por la FIFA de cualquier actividad oficial, nacional e internacional, además de tener abierta una querella criminal ante la Audiencia Nacional por los delitos de agresión sexual y coacciones.
En un comunicado, Rubiales explicó que “tras la veloz suspensión de FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo ni a la federación ni al futbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”.
En semanas anteriores, el ex directivo había señalado al actual Ejecutivo español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, de presionar al Consejo Superior de Deportes y al Tribunal Administrativo Deportivo para que fuera apartado del cargo y sancionado por sus actos en Australia, con lo que se fracturó la buena relación que mantuvo hasta entonces con el gobierno.
“No quiero que el futbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada”. Tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, agregó en su despedida.
En ese último punto, Rubiales hizo alusión al proyecto de la candidatura del Mundial de 2030 para celebrarlo de forma conjunta en España, Marruecos y Ucrania.
Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo, concluyó en la misiva.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que el país feminista “avanza cada vez más rápido” tras la renuncia de Rubiales: “La transformación y mejora de nuestras vidas es inevitable. Estamos contigo, Jenni, y con todas las mujeres”.
Por su parte, el secretario de Estado para el Deporte español, Víctor Francos, consideró que la salida del directivo es “una buena decisión” para el momento que atraviesa el país.