Ya son quince estados más la capital de Estados Unidos los que participan en una demanda colectiva contra el Gobierno de Donald Trump por eliminar los subsidios mensuales a las compañías aseguradores. Ayer Trump anunció que acabaría con estos pagos, que por cierto están contemplados en la ley.
El Fiscal General de California, Xavier Becerra, anunció en su cuenta de Twitter que está «preparado para demandar a la administración Trump para proteger los subsidios de salud», y recordó el caso de la Asamblea de Representantes contra Price, en el que el entonces líder de Asamblea, John Boehner, argumentó sin éxito que Barack Obama había excedido sus funciones constitucionales con ciertas reglas de implementación del entonces flamante Obamacare.
«Sin la ley de cuidados de la salud asequibles [ACA] y sus subsidios para estas familias, millones más se quedarían sin cobertura. California no va a darle la espalda a las familias trabajadoras que están peleando por su seguro de ACA. Ya hemos llevado a la administración Trump a la corte y ganamos, y estamos listos para hacerlo de nuevo si es necesario», anunció el fiscal.
Hoy al medio día el Fiscal General del estado de Nueva York, Eric Schneideman, anunció en conferencia de prensa que también se uniría a la demanda de las entidades.
«Este es un intento para reventar el sistema», dijo Schneiderman. «No vamos a permitirlo. Estaremos en las cortes defendiendo estos subsidios y peleando esta decisión con todo lo que tenemos», afirmó el fiscal neoyorkino.
La demanda finalmente fue aceptada cuando la 9ª corte de apelaciones del distrito de Columbia decidió que la coalición de fiscales estatales tiene el derecho de defender los subsidios garantizados en Obamacare.
Fue un duro golpe tanto para Trump como para el Partido Republicano su incapacidad de legislar una nueva alternativa para acabar por completo con Obamacare, una promesa que hicieron durante siete años, desde que la ley emblemática de Obama fue aprobada en 2010