Por: Chano Rangel
Durante mucho tiempo y en épocas críticas, como cuando la pandemia de Covid-19, azotó de lleno a México, el primer ejército de salud que le hizo frente, fueron los médicos y enfermeras mexicanas, dejando a sus propias familias vulnerables, pero su juramento hipocrático, fue más fuerte en esta situación de riesgo sanitario para el país, completo.
Dentro de la lista de amistades, cuento con grandes amigos, dedicados a la medicina y a la enfermería, no tengo duda de ninguno de ellos, que son profesionales al cien por ciento, algunos ya están jubilados, pero otros están en la mejor etapa de su vida profesional.
Las plazas o vacantes de todos los jubilados, pensionados, han sido ocupadas en la mayoría de los casos, por médicos capaces egresados de las principales universidades del país, el Seguro Social, ISSSTE, SSA, tienen bajo su haber varios esquemas de contratación, pero en ningún ésta dar prioridad a médicos cubanos, o de otras naciones.
De las facultades de medicina de la UAT, cada año salen cientos de médicos, que tardan mucho en conseguir una plaza en cualquier institución de salud pública, muchos de ellos deambulan en consultorios privados, y en la típicas farmacias que ofrecen consultas médicas a bajo costo, por la negativa del gobierno de abrir sus plazas para estos galenos.
Pero también hay muchos especialistas, que están sin chamba, el presidente en su alegato, dice que estos médicos no quieren irse a estas plazas de trabajo, por estar en zonas alejadas y apartadas de los centros poblacionales, le faltó decir que, estas regiones, la mayoría también están bajo el control de la delincuencia organizada, y son consideradas zonas de alto riesgo en todo el país.
Es también mencionar que en la diatriba del mandatario López Obrador, olvida decir que mucha culpa la tiene su gobierno, su plan de abrazos no balazos, ha sido un rotundo fracaso, y si muchas zonas del país, siguen en manos equivocadas es por su política fallida.
La voz de muchos médicos y personal de salud, ha salido a la calle, la redes sociales han estado saturadas de apoyo a todo los médicos mexicanos, algo que molesta y saca de su casillas la presidente, pero ¿Qué cree? Ningún chairo a dicho nada, todos guardan silencio y con su silencio, hacen alusión al dicho “el que calla otorga”, y de ser así, estamos ante una problemática mayor.
Tampoco he visto al candidato morenista en Tamaulipas, médico de profesión por cierto, defender a sus alumnos y colegas de este maltrato presidencial, incluso el presidente ha arremetido en contra de video y médicos, que lo critican. Como siempre el mandatario ataca y difama, esa es su política de enfrentar los problemas, esa es su plataforma de polarización, como si el país, no tuviera problemas suficientes.
Cada año salen miles de maestros y miles de especialistas en todas las ramas médicas, sin embargo, el mandatario sigue con su narrativa, de que no hay médicos, como queriendo decir que somos un país de mediocres, que no entienden su política socialistas, más pegada al comunismo, sin embargo la polarización, sólo dejará más encono y una mayor división de todos los mexicanos.
Pero el presidente le apuesta al caos, ese es su entorno, ahí en el caos hizo su vida política, y en el caos, es donde quiere seguir gobernando a este país, es su hábitat, y con ello divide y arrastra a un país completo a la polarización, dejar pasar al socialismo y al comunismo en México, sería un error, que tendría consecuencias por muchos años más. Esperemos que no. Los médicos mexicanos son capaces, y son de lo mejor que tenemos, vayamos en su defensa y la defensa de nuestra soberanía nacional.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Hablando de necedades, el fin de semana pasada en un acto multitudinario, en el estado Municipal de San Fernando, las iglesias cristianas estuvieron dando mensajes de aliento y conviviendo con cientos de familias del municipio, apoyados por el municipio para su operación y buen desempeño, los pastores oraron los la ciudad y por sus familias, hasta ahí todo iba muy bien.
¿Pero? Se aparecieron los seguidores morenistas, invadieron el evento y comenzaron a repartir propaganda de su candidato, Mara Dávila, argumentando ser parte de una iglesia cristiana encabezaba este acto ilegal de proselitismo, los presentes llamaron al árbitro electoral y los representantes del INE, fueron a verificar la denuncia, que resultó ser cierta.
Pero los seguidores de estos partidos, acostumbrados a pisotear la ley y a no respetar nada de las reglas electorales, se opusieron y pusieron en entredicho a la autoridad del INE; claro que el mejor ejemplo lo da el mismo presidente y candidato, pues menos no se podía esperar.
Al final, tuvieron que abandonar el evento, y aunque muchos se resistieron tuvieron que cambiar de aptitud y de narrativa, el INE fue muy claro, y precisos todas las reglas para la competencia, ya que de terquedad y quebranto de la ley, los morenos se hacen especialistas.