Tiempos de Guerra/ ¿El milagro mexicano para cuando?

Por: Chano Rangel

Después de las elecciones del dos de junio, que por cierto escribí muchos párrafos en esta columna que sería una elección diametralmente opuesta para cualquier lado que esta se inclinara; así fue como se conocen los resultados, la oposición fue apabullada y el PRD, está a punto de perder su registro y el PRI, camina a su última bocanada de aire.

La candidata electa ha dejado claro que quiere un camino distinto, algunos espacios como Hacienda, Desarrollo Social, Contraloría, Gobernación, son asuntos pactados o imposiciones del actual mandatario, pero hay otros que son verdaderos avances hacia un país mejor, como el de agricultura y economía, en seguridad pública, estamos en el beneficio de la duda.

Pero mire este fin de semana el campechano Alito Moreno, volvió hacer de las suyas y se quedó por otro periodo más en la dirigencia nacional del PRI, junto a sus socios de negocio, Rubén Moreira y Carolina Vagianno, esposa del Rubén. Con estas acciones el PRI clava más su ataúd y acelera su desaparición, ya el 80% o más del morenismo, son ex priistas, que se arroparon en este partido, y ocupan todos los espacios, la cámara de diputados, el senado, gubernaturas, alcaldías y congresos locales y posiciones dentro del gobierno federal.

Sin embargo, con la decisión de Alejandro Moreno Cárdenas, el PRI, desprenderá sus últimos pedazos que aún le quedan, el grupo Atlacomulco, ya le dio la espalda y muchos de sus miembros ya juegan en primer plano de Morena, como Eruviel Ávila, Alejandra del Moral y la misma familia Del Mazo, la 4T, se ha convertido en la reconfiguración del priismo nacional, el único que no entendió fue Moreno y sus socios, por el manejo de las prerrogativas partidistas.

El cambio del país pudo ser sementado desde el PRI, con Enrique Peña Nieto, que paso de gobernador a presidente, pero con los mismos vicios del priismo de toda la vida, no hubo nada nuevo, solo signos de corrupción y hartazgo de la gente con los partidos tradicionales. La galvanización de los problemas del país, no han sido motivo para descarrilar a Morena, el sexenio más violento de la historia del país, en el que crecimos menos económicamente, no fue posible que afectara en la elección presidencial y el triunfo de Sheinbaum, se hizo inevitable.

Los mexicanos esperan un milagro mexicano, el mismo que han estado esperando desde que gano Vicente Fox, que se alimentó con el triunfo de Felipe Calderón y se pensó que llegaría por fin con Enrique Peña Nieto, salvo una buena reforma educativo, lo demás fue lo mismo, corrupción y nepotismo.

Cuando la tormenta perfecta se armo, entonces Andrés Manuel López Obrador, resurgió desde las cenizas con un viejo proyecto de cambio, y a punto de finalizar el sexenio, nos dimos cuenta de que no fue así, el país se dividió en dos, el sur con toda la inversión federal, y el norte atacando a los empresarios y denostando sus acciones de crecimiento.
La corrupción es parte también del gobierno que termina, el AIFA, SEGALMEX, Dos Bocas, Tren Maya, todas con amplios tufos de corrupción. Y sin embargo en vez de que la oposición aprovechara este descuido, prefirió cuidarse las espaldas.

Los lideres de los partidos Marko Cortes y Alito Moreno, son los peores que el PAN y el PRI, han tenido en su historia, perdieron todo, y si las cosas se mantienen en el panismo cohesionadas, no es por acción de Cortes, si no por los liderazgos regionales que aún tiene solidos el partido azul, como Chucho Nader en Tampico, por citar un ejemplo cercano.

Pero a pesar de todo, el país camina, la diferencia estriba que por primera vez tendremos en la presidencia a una mujer, educada, en las más altas esferas, no de la política sino de la ciencia y la investigación, doctorada en ingeniería ambiental, y doctora el energía por la UNAM, sin duda su currículo profesional es muy distinto al actual jefe del ejecutivo; esperemos ver su forma de gobierno y sus decisiones que trascenderán en alguna forma en nuestro país, la espera del milagro mexicano aun es un pendiente por cumplir.

Es cuánto.

De Aquello y lo demás…

Ya Beryl se alejó como huracán y se fue al estado de Texas, ocasiona lluvias en las ciudades fronterizas de ambos lados del Río Bravo, pero nada de consecuencias graves, los agricultores, aunque no lo crea, en el Valle de San Fernando, lo esperaban con ansias. Porque desde el sector pesquero y ganaderos, esperan más precipitaciones fluviales y que las presas de la entidad capten más agua, que regenere el entorno seco de los últimos años.

Las presas como la Vicente Guerrero una de las más grandes del país, está en plena captación de agua, su volumen actual es alrededor del 42%, algo positivo para la región central de Tamaulipas, pero que aún requiere de mucho más, para garantizar cuando menos dos años el abasto de agua esta zona del estado.

Las presas como la Ramiro Caballero en Mante se abastecen del Rio Guayalejo, y muestran una gran captación, sin embargo, al norte, la Amistad, la Falcon, presas binacionales, ya sufría estragos de la falta de agua, y las afectaciones de los distritos de riego 025 y 026, estaban al punto del colapso agrícola.

Se espera los remanentes del Huracán y que caiga algo de lluvia en algunas regiones de Tamaulipas, y con ello seguir llenando las presas y dar en parte terminado el periodo largo de sequias.

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