Por: Chano Rangel
Muchos analistas y politólogos hacen, desmenuzan y dan puntos de vista encontrados de los pasados comicios electorales en seis estados del país, donde Morena gano 4 y la Alianza se quedó con dos, sin embargo ninguno de estos factores de opinión, saben la sensación de trabajar en tierra y mirando a los ojos al votante en cada uno de los rincones del estado.
Al acudir a territorio, es donde se siente el malestar, la desesperación y el ánimo de una campaña política, la contienda en Tamaulipas no fue la excepción, la división del voto popular estaba calando hondo en las familias, que están ideológicamente divididas por la política en la entidad.
La fuerza de Morena, son los apoyo sociales, la dadiva y la estructura de reparto de apoyos que el gobierno federal tiene en toda la entidad, más de 460 beneficiarios, son una plataforma muy rentable para un proceso electoral.
Otro de los factores de esta contienda, que definitivamente no calcularon las encuestadoras fueron la militancia de los partidos aliancistas, el PRI a no tener candidato se vio desprotegido, al final los números así lo demuestras, perdió más de la mitad de la última elección, y solo pudo obtener un pírrico número de poco más de 65 mil votos, es decir nada, para lo que se esperaba de sus estructura que aún vive.
¿Pero a donde se fueron los voto del PRI? seguramente esa pregunta se la han hecho lo operadores encargados de la campaña aliancista, seguramente, una y mil, se han preguntado a donde se fueron, los votos de la última elección a gobernador y la del pasado 5 de junio son muy similares en su porcentaje, en aquel entonces el PAN obtuvo más de 700 mil votos, los mismos que obtuvo Morena en la elección reciente, sin embargo el panismo retuvo la fuerza de su votación, fue consistente ¿entonces que paso? El papel del priismo fue fundamental, la militancia y simpatizantes del tricolor en su mayoría dieron su voto al candidato morenista, claro está los números son fríos, lo que falta en un lugar, aparece en otro, ahí están y tendrán que ser analizados concienzudamente.
Pero también este fenómeno paso en Durango y Aguascalientes, donde los partidos aliancistas que no pusieron candidatos, sus números fueron a la baja drásticamente como ocurrió con el PAN en Durango, y el PRI en Aguascalientes; que alcanzaron muy apenas el 50% de los votos de su última elección.
¿La oposición tiene futuro? Desde el punto de vista política, sería necesario ajustas tuercas y definir el rumbo, el priismo en Tamaulipas quedo herido de muerte, está en estado agónico, y sus mismos ex miembros del viejo cuño, quieren darle el tiro de gracia. Pero sirve aún, su estructura mermada, su ideología y trabajo en los 43 municipios de la entidad, aún conserva ciertos atributos que pueden ayudar a una buena oposición.
En el congreso solo tienen dos diputados locales, aunque con los últimos acontecimientos de adhesiones el PAN es la primera fuera del poder legislativo, y si el PRI decide universo entonces serán una mayoría simple, con eso si serian una verdadera muralla desde el recinto legislativo, si se sabe aprovechar bien ser una oposición responsable, no vengativa, como lo hizo Morena al inicio de esta legislatura.
De ser así, la batalla política en la primera parte del sexenio del próximo gobernador será desde el congreso local, y depende del 2023, y después de 2024, su lógica a seguir, pero ya claro está que el pleito de los morenos y los actos de vandalismo, no les dejaron nada bueno, se echaron a la población encima y esto calo hondo en el gobernador electo, que tuvo que ser y reunir a los congresistas para leerles la cartilla, el pleito se acabó, y las miras son más elevadas.
La oposición tiene que defender lo que le queda, si el PRI quiere sobrevivir en los próximos dos o tres años, debe de tener clara sus metas, apoyar a Morena, no es una de esas soluciones, sería su exterminio, apoyar al PAN si tener candidatos, ya vimos el resultado, pero si podría ser un fiel de balanza si su juventud y experiencia, se amalgaman para las próximas elecciones nacionales, las que definitivamente serán las que siguen, el Estado de México, será la madre de todas las batallas antes de la disputa grande por el 2024.
La oposición tiene rumbo, si, definitivamente, gano dos estados de los 4 donde se tuvo la alianza, aunque la 4T, quiere hacer ver que perdieron 4, no fue así la alianza solo fue en 4 estados, los demás fueron solos los partidos, pero donde se dio la amalgama, dos ganados, uno muy competido (Tamaulipas) y uno perdido, entonces los números como alianza, no les fue tan mal.
El futuro dependerá mucho del trabajo de sus actores, de su verdadera fuerza y su inteligencia que como gobierno, y como oposición deban de tener. En el 2024, las cosas pueden ser competidas o un día de fiesta para Morena, la última palabra esta en los opositores. Es cuánto.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En Matamoros, se nota el trabajo del edil Mario López, la ciudad muestra un nuevo rostro, las calles y avenidas están con obras en proceso, como la prolongación González, a la altura de copa, la avenida sexta en su recarpeteado en la zona sur, y las calles, avenidas y bulevares, con alumbrado público leds, tecnología moderna, que se ve por las noches en toda la ciudad.
Esta inversión pública genera confianza, el sector gastronómico muestra un repunte sin precedente, la hotelería, y la sana diversión dan a la ciudad, una nueva visión de desarrollo.
Recientemente el alcalde Mario López, se reunió con la asociación de maquiladoras, donde le expuso los temas que tratara con el gobernador electo, Américo Villarreal, para que a Matamoros, lleguen más acciones que sigan consolidando el desarrollo económico, social y urbano de este puerto fronterizo.