Por: Chano Rangel
Si te mueres pues ya es el destino ¡a pero eso sí, muérase feliz! Al fin que lo importante no es tener empleo, mucho menos dinero, solo para vivir con lo indispensable; para que la gente quiere más, eso es avaricia, lo importante, es ser feliz. Caso de loco número uno.
Si usted anduvo en la calle, no importa, fue feliz por un momento, si fue de los que hizo largas colas en una tienda para comprar cerveza, felicidades se salvó la vida usted solo, con ese gasto y con ese sol, seguro mato al coronavirus de puro sentimiento. Caso de loquera colectiva.
Pero si usted es de los que culpan al gobierno, y, argumenta que es una artimaña política, para mantener al pueblo encerrado, sin trabajar y con un control sobre sus actividades, solo provocando miedo y asustando con el petate del COVID-19, entonces sígale así algún día de cualquier forma tenía que morirse. Caso de locura individual, provocada por la ignorancia.
A pero si usted es de los que hicieron caso, se mantiene en casa y solo sale para comprar la despensa, hace el esfuerzo de administrar sus ahorros, pero resulta que por otros la cuarentena se alargó, solo por la negligencia de querer tomar cerveza, de culpar al gobierno y de que no importa todo, más que ser feliz, entonces usted es de los que realmente se quiere volver loco por el coraje y la rabia que da ver tanta irresponsabilidad ciudadana.
La desinformación, el ataque sistemático, la represión informativa, la acción de culpar a todos de los errores, y de no asumir los costos políticos, por temor a seguir bajando en las encuestas provoca, que, se arme el berenjenal y un galimatías, que solo trajo más contagios y un desorden en salud pública; que de por sí ya estaba al límite de su capacidad de atención.
El levantamiento parcial del distanciamiento social, acompañado de una muy mala información del gobierno, provoco caos y locura colectiva, de gente que asumió que se daba fin al encierro y a la larga cuarentena. Cosa que no era así, y que una mala planeación y desinformación provoco una marea colectiva de gente en las calles.
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, ha asumido el costo político y ha extendido la duración de la cuarentena, porque claro lo ha dicho, primero es la salud de yodos los tamaulipecos. Y serán las autoridades de salud, las que determinen, cuando y como se levanta la cuarentena, y que solo el comité técnico en salud, y la secretaria del ramo, son los encargados de tomar esas decisiones.
De nueva cuenta los gobernadores y la federación caminan en sentido contrario, a la federación le urge mantener cautiva la base de votos, que el presidente salga a hacer u campaña permanente y seguir con esquizofrenia política, y regalando dinero a los huevones, además de mantener una política económica, que el mundo y los expertos aun no descifran.
Las acciones y determinaciones tomadas de manera regional por los gobernadores, han puesto en jaque al mandatario y el enojo ese evidente, sin embargo mañosamente ha dejado correr las decisiones, para que sean los gobernadores, quienes carguen el costo de todos los errores del gobierno de la 4T.
El gobernador Cabeza de Vaca, es firme en su decisión de no bajar la guardia y mantener en aislamiento social a la entidad, en el momento que la curva de contagio está en plenitud; nuestra responsabilidad como sociedad es ser responsables con nuestras acciones y salvaguardar a nuestras familias. Sigamos en casa.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás.
El alcalde de San Fernando Pepe Ríos, ha redoblado la tarea de concientización, para mantenerse en casa, con una difusión y cuidado permanente de la aplicación de medidas sanitarias recomendadas por la secretaria de salud de Tamaulipas.
Además, se continúa con la entrega de apoyos alimenticios a familias vulnerables, y que viven en situación difícil, concluyente también en su atención especial a los adultos mayores, el grupo más vulnerable en esta pandemia.
Sin dejar el trabajo esencial el edil Ríos Silva continúa laborando en la obra pública y servicios básicos, con apego a las medidas sanitarias y con un riguroso cuidado de la salud de todos los trabajadores municipales y sus familias.