- Los laguneros remontan la desventaja de la ida y ganan 2-0 (2-2 global); se medirán a América en la antesala de la Final
Ciudad de México.- Santos se convirtió en el cuarto semifinalista del Clausura 2018 imponiéndose en casa por 2-0 (2-2 global) a los Tigres.
Los laguneros se enfrentarán en la Semifinal al América, que eliminó por marcador global 6-2 a los Pumas.
Santos jugó gran parte del partido en inferioridad numérica por la expulsión de Rodríguez al 27′.
Los Tigres se adjudicaron en casa el partido de ida por marcador 2-0 con goles de Ayala y Gignac.
Fiel a la filosofía de su entrenador, Ricardo Ferretti, Tigres no se desbocó al frente en la vuelta, buscando que fueran los Guerreros quienes se desgastaran y eventualmente se desprotegieran.
Incapaces de acceder a la densamente poblada área de Tigres, los laguneros generaron peligro en los primeros minutos del partido recurriendo a disparos lejanos que no inquietaron al portero de la UANL.
La recompensa para Santos llegó en un tiro libre, luego de una mano dudosa de Dueñas al 16′. Oswaldo Martínez cobró el tiro de castigo que pasó por encima de Gignac (quien no saltó) y entró en la meta de los felinos.
Al 27′ los Guerreros se quedaron con un hombre menos por la expulsión de Jonathan Rodríguez, que vio la roja directa por una falta sobre Aquino.
En el segundo tiempo lo que parecía paciencia de Tigres comenzó a parecerse a la displicencia. Los de la UANL no corrían. La presión a la salida de Santos no existía, tampoco la ambición por recuperar rápido el balón.
Los partidos son de quien los trabaja, y los Tigres parecieron asumir que la vuelta ante los Guerreros les pertenecía por derecho divino o privilegio de clase. Se equivocaban.
Tavares, el goleador de Santos, hizo pagar por sus errores a un equipo que ha hecho del exceso de confianza un estilo.
El caboverdiano sacó un tiro raso desde afuera del área, un disparo que no llevaba nada, un «nada» que fue suficiente para vencer a Nahuel Guzmán, que se estiró inútilmente y acabó permitiendo que la pelota se introdujera dramáticamente en la meta de la UANL.
Tigres intentó recuperar el tiempo perdido, pero el gol no llegó, y los Guerreros se alzaron con un triunfo tan sufrido ( y trabajado) como merecido.