- Especialistas de la UAT analizan el patrón de variación de lluvias y prevén mayores sequías en la región centro-sur de Tamaulipas.
Cd. Victoria, Tam.- Con la finalidad de encontrar información de variaciones climáticas entre los años de 1550 a 2017, el tesista de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), José Antonio Osorio Osorio, realizó un proyecto en las márgenes del Río Sabinas en la Reserva de la Biosfera “El Cielo”.
El trabajo que correspondió a la tesis de Ingeniería en Ciencias Ambientales, fue asesorado por la Dra. Claudia Cecilia Astudillo Sánchez, especialista en el área de Ecología Forestal de la FIC, cuyo trabajo se basa en el estudio de las comunidades de árboles y su relación con otros organismos y el ambiente, aplicando la técnica de la “Dendrocronología”, que permite saber la edad y el crecimiento de los arboles a través del tiempo.
“Es la ciencia que se ocupa de la datación de los anillos de crecimiento de las plantas arbóreas y arbustivas leñosas, basada en el patrón de crecimiento de anillos”, explica la Dra. Astudillo Sánchez, tras referir que como parte de este trabajo, José Antonio Osorio, se integró a los estudios de campo y desarrolló la tesis denominada “Reconstrucción histórica de la precipitación en la Reserva de la Biosfera El Cielo con Taxodium Mucronatum”.
Al describir su trabajo, José Antonio Osorio Osorio, comentó que el estudio histórico del clima dató de 1550 al 2017, y se encontraron periodos secos que se presentaron en la región.
“Pudimos verificar que en esos años hubo periodos secos y algunos muy húmedos, por ejemplo en 1558 se presentó un año muy seco denominado el año del conejo, que nos impactó en el área de la Reserva, así como también en el centro de México”.
“Otra sequía fue el año del hambre, que fue muy seco en todo el territorio nacional y en la Reserva de la Biosfera encontramos esa evidencia. Encontramos una lluvia muy intensa que causó estragos en la región, hubo el desborde de los tres principales ríos de la región, el Sabinas, el Guayalejo y el Río Frío. Se perdieron cabezas de ganado y cosechas”, apuntó.
Por su parte, la Dra. Claudia Cecilia Astudillo Sánchez subrayó que los hallazgos fueron constatados en registros históricos, toda vez que los datos climáticos que existen guardan información solo de 50 años a la fecha.
“Los árboles debido a su longevidad están registrando esa variación de cientos de años atrás, desde 1500 en el caso de la Reserva de la Biosfera. Podemos ver cómo ha cambiado el clima, cuándo más o menos ocurrieron las sequias extremas o las lluvias intensas con miras a que nos prevengamos.
“Y sí, estamos encontrando un patrón; entonces qué medidas debemos de tomar para sectores como el agrícola o pecuario, o el mismo suministro de agua, de ahí la importancia de estos estudios”.
“Encontramos un patrón, en las conclusiones de este trabajo, y estamos evidenciando que a mediados de este siglo se prevén sequias muy fuertes. Y es posible que haya muchos problemas derivados de esa sequía, hay que prever porque ya hay más información, más evidencias, y no puede tomarnos por sorpresa”.
“Queremos abarcar más en territorio, hay otros ríos en la cuenca Guayalejo-Tamesí, y sería muy interesante muestrear los árboles que crecen en esa región, para tener muchos más datos que nos puedan evidenciar ese patrón de variación climática en la región centro-sur del estado de Tamaulipas”, concluyó.