Durante la pandemia del coronavirus, muchas personas se fueron de las ciudades a sus casas de campo para pasar allí el periodo del confinamiento. Es el caso de una familia francesa, que a mediados de marzo decidió trasladarse a su casa familiar en Vendome, en la región de Centro-Valle de Loira, para pasar la cuarentena sin saber que en el lugar iban a encontrar un verdadero tesoro.
Según contó a BMFTV el subastador Philippe Rouillac, dos hijos de la familia, de unos 10 años de edad, decidieron construir una cabaña para entretenerse. El padre les aconsejó usar sábanas de su abuela que estaban guardadas en una habitación inutilizada, y entre estas, en lugar de las típicas hojas de lavanda que se usaban antiguamente, hallaron dos objetos bastante pesados.
Horas después, los niños contaron lo ocurrido a su padre, que pensó inicialmente que se trataba de antiguos portacuchillos que pertenecieron a la abuela fallecida.
Sin embargo, para asegurarse, el hombre decidió mostrar el hallazgo a Rouillac, quien determinó que se trataba realmente de lingotes de oro de un kilo cada uno que la abuela había comprado en 1967 y depués perdido.
Ahora, la familia planea venderlos en una subasta que está prevista para el 16 de junio.
«Vamos a esperar a que el oro suba un poco más, pero su precio es muy fluctuante. A inicios del año, el precio era de 43.000 euros (unos 47.000 dólares) por un lingote y actualmente es de 52.000 (unos 57.000 dólares). En junio puede alcanzar los 54.000 (unos 59.000 dólares)», señaló Rouillac.
Así, la afortunada familia podría recibir unos 100.000 euros (unos 110.000 dólares estadounidenses), que los niños esperan que sirvan para construir una piscina en la casa.
