Por Pegaso
Mucho se criticó la moralina utilizada por el Pejidente para que la gente vuelva a la Nueva Normalidad.
“Pórtenje bien”,-dijo.
“Coman frutaj y verduraj”,-recomendó.
“Eviten la comida chatarra”,-sostuvo.
“Hagan ejerjijio”,-expresó.
“Traigan jiempre juj ejtampitaj del Jagrado Corajón y la Jantíjima Trinidad en ju cartera”,-reiteró.
Pero yo sé por dónde va.
Si mis cálculos son correctos, el siguiente mensaje religioso-apostólico-espiritual de ALMO será más o menos así:
“A todoj loj pecadorej: El coronaviruj ej un cajtigo divino porque va dirigido a aquelloj que han caido en loj máj gravej pecadoj, ejoj que jon llamadoj pecadoj capitalej, como la gula, la lujuria, la pereja, la ira, la joberbia, la avarijia y la envidia. Ejoj jon loj que tienen máj bajaj juj defenjaj.
El coronaviruj ej mortal para loj diabéticoj (gula), loj que tienen VIH (lujuria), loj que padecen de obejidad mórbida (pereza), loj anjianoj achacojoj (avaricia y envidia)”.
Luego de ese apasionado discurso, las beatas se persignarán y empezarán a rezar el rosario por el alma del viejón, que se la pasa sentadote viendo las narcoseries y pegado al pomo.
Algo sí es encomiable en su actitud. Gracias a las buenas relaciones con empresarios como Charly Slim y Rucardo Salinas, ha logrado salvar esas castas y recatadas almas, que cayeron en poder del demonio de la avaricia, quienes finalmente han accedido a pagar lo que debían al fisco.
También se ha convertido en un ejemplo para los que son víctima del pecado de la gula: A donde quiera que llega come frijolitos en bola con tortillitas hechas a mano y chile de amor (de a mordidas), evita la comida chatarra y en lugar de un chesco bien frío, se toma una botella de agua del Tlacote sabor tamarindo.
Lo cierto, lo cierto, es que hasta ahora sus estampitas, su singular dieta y su estado de ánimo lo han protegido del malvado coronavirus.
El buen ánimo, según el decálogo del Pejidente, predispone a tener mejores defensas y evita los contagios.
Por eso en todos los actos públicos se le ve con una sonrisa de oreja a oreja, mostrando la mazorca, aunque en privado dicen que es un individuo colérico y poco tolerante.
En fin. Los mexicanos, en lugar de criticar a ALMO, debemos apoyarlo con este tipo de salutíferas recomendaciones.
¡Que se mueran los viejitos!¡Que se mueran los diabéticos!¡Que perezcan los tuberculosos y enfermos de VIH!
Mientras tengamos un Pejidente así de animoso, nada nos va a pasar a los mexicanos que sí adoptamos la austeridad republicana.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “Es necesario afianzar al rumiante por las proyecciones óseas frontales”. (Hay que agarrar al toro por los cuernos).