POR José Inés Figueroa Vitela
Los mensajes de Washington podrían ser la respuesta que todo mundo ha estado esperando.
La expresión conjunta que tras la reunión y previo a la firma de un acuerdo, hicieron los presidentes ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y DONALD TRUMP, en la capital del vecino país del norte, pudo llenar las aspiraciones de muchos.
La buena vecindad, la colaboración, la suma de afanes, serían la luz al final del túnel, para el grueso de la población que en México ha visto diluir su estilo de vida, no tanto por el encierro como por la reducción, hasta la anulación de sus ingresos, ya como empresario, ya como asalariado, ya como auto o subempleado.
La pérdida de cientos de miles de empleos -más de un millón- de suyo resulta apabullante.
Esa escandalosa cifra sigue quedándose corta, respecto de quienes reciben una fracción de su ingreso, enfilados los empleadores al cierre de actividades, además de aquellos que sin tener un empleo formal, igual se han quedado “en el aire”, al cerrarse su campo de actividades productivas.
Luego entonces, hablar de la principal economía del mundo, que va a trabajar para mejorar las condiciones de los trabajadores y las empresas, que además tienen un amplio campo de acción en la deficitaria balanza comercial regional, con un campo de crecimiento enorme, sustituyendo importaciones, prestos -los gobiernos- a impulsar, es visualizar una solución al problema que parecía entrampado.
La crisis financiera global, se amortigua bien con los refrendados socios del norte, Estados Unidos y Canadá, donde la fortaleza gubernamental ha permitido acercar paliativos y rutas de sobrevivencia a sus sectores productivos y labórales,
De treparnos al mismo barco, lo menos que esperaríamos sería que el Gobierno mexicano también pronto alcance niveles de fortaleza, como para acompañar la devastada economía de las familias mexicanas, reivindicando oportunidades de crecimiento.
Y que devuelvan los apoyos a la producción primaria -agrícola, ganadera y pesquera-, a las micro, pequeñas y medianas empresas que más empleo generan, sin detrimento del auxilio, concurrente con los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Sí se puede, si hay economía, como la anunciada en torno del encuentro de ayer en Washington.
Si con el discurso bastará.
Para esperar los resultados y reivindicar primicias, no le queda mucho tiempo al gobierno; menos, del que le queda a los mexicanos para reivindicar sus proyectos de vida y no alcanzan el brinco de un ejercicio fiscal a otro.
Eso, que pareciera ser potestad exclusiva del gobierno central, es y será algo que el pueblo reclama en el sentido inverso de los órdenes institucionales,
Veremos y diremos,
La recuperación de los haberes públicos sustraídos por particulares, para reintegrarlos al patrimonio público y dar respuesta a la deuda histórica institucional para con la ciudadanía, podría ser uno de esos frentes que cambien el negro horizonte dibujado.
Si los 600 millones de pesos que presuntamente se robaron los funcionarios de la tesorería en el Gobierno de EGIDIO TORRE CANTÚ, en los dos últimos años del pasado sexenio, aparecen de difícil recuperación, sin dejar de perseguirlos, pueden empezar por reintegrar la cantidad similar que igual se embolsaron “a la mala”, en los dos primeros años del actual sexenio.
Sí, es una cantidad ínfima, comparado con las fortunas amasadas al amparo del gobierno, pero por algo se debe de empezar; si es necesario, por la timidez o el compromiso con los propios, que se haga de manera cruzada.
Lo de las empresas factureras que saquearon el erario público tamaulipeco, lo tiene bien documentado el gobierno federal: pues que ya les echen el guante a los presuntos responsables y a los haberes “perdidos”.
Igual el Gobierno estatal tiene detectados presuntos fraudes fiscales contra la federación, sobre los que puede intervenir, conforme a los convenios de coordinación establecidos, amén de las potestades de fiscalización que privan sobre ayuntamientos y entes descentralizados, sobre los que existen fundadas sospechas de desvíos.
Pues igual que actúe ya, recupere las pérdidas públicas y las inyecte pronto por sobre dónde han incidido las mayores laceraciones a la economía de las familias y los sectores productivos.
La diputación permanente que funge durante el receso en que se encuentra la legislatura local, ayer desechó en dictamen, un exhorto al Ejecutivo, para que lleve a cabo un plan sectorizado, para contrarrestar los efectos del distanciamiento social y la reactivación económica local.
La respuesta a la promoción, fue que ya existen una serie de acuerdos y medidas aplicadas por la administración estatal, para andar en aquel sentido; pues que se hagan efectivas pronto, porque la economía no da aún el menor signo de recuperación.
Aparte, sí se aprobó un exhorto a la Secretaría de Salud del Estado y a los 43 sistemas DIF Municipales, para que refuercen sus programas de apoyo a los adultos mayores en desamparo.
También reformas al Código, para que la declaración de presunta muerte, frente a la desaparición de una persona, se haga a los seis meses y no tenga que esperar un año, como lo establece la legislación vigente.
De esa manera esperan que los familiares de las víctimas de algún desastre natural o delito, desaparecidos -especialmente cuando hay menores de por medio-, no tengan que esperar tanto tiempo para poder disponer de los bienes de la persona desaparecida, multiplicando la victimización.
Igual se aprobaron exhortos para la Secretaría de Seguridad Pública Federal, a fin de que se incluya a Victoria Capital en las regiones prioritarias -de mayor inseguridad- a las que se destinan recursos federales especiales para atender el tema y a la Secretaría de Hacienda Federal para que reivindique fondos a los refugios de apoyo contra las víctimas de la violencia hacia la Mujer.
Entre las iniciativas que fueron rechazadas como improcedentes, estuvieron reformas a la Ley de Obras para considerar los “testigos sociales” y a la legislación interna del Congreso para que las iniciativas se dictaminen en un plazo máximo de 15 días.
Fuera de esas promovidas por los suyos, la coordinadora de la fracción morenista en la Cámara y Secretaría de la Permanente, EDNA RIVERA LÓPEZ, brindó el apoyo de sus correligionarios -en receso- a las demás dictámenes.
Estos se irán acumulando -ayer fue la primera reunión de trabajo de la permanente-, bien sea para someterlos al pleno en alguna sesión extraordinaria, o esperarse hasta el siguiente periodo ordinario que arranca en el lejano octubre,
Durante el encuentro de ayer, todavía se dio entrada a otras dos iniciativas.
Una de ellas, de parte del Presidente de la Permanente y del órgano de gobierno del Congreso, GERARDO PEÑA FLORES, quien planteó reformas a la ley de educación para institucionalizar el que, cuando haya pandemias -como ahora- o cualquier otro desastre declarado por la autoridad, las instituciones educativas no exijan la compra de uniformes o útiles escolares de apoyo, a estudiantes y padres de familia, pea el siguiente ciclo escolar.
Entre condolencias y felicitaciones -por separado-, el Senador de la República, ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, a través de redes sociales, propuso donar 3 mil 297 pesos mensuales a quienes se hayan quedado sin empleo por la pandemia.
No quedó claro si la propuesta era para sus compañeros panistas, para sus compañeros senadores, para sus compañeros empresarios, para cualquiera otro de los que coinciden con él en las fuentes de ingresos…. o para todos sin distingos.
Realmente no importa quienes, lo que urge es que ya lo hagan.
La desesperación social desbordada, nada ni nadie va contenerla.