Por Pegaso
Todo ocurrió de repente.
En un video difundido en las redes sociales se ve al Presidente Enrique Peña Nieto a bordo del avión presidencial, acompañado por sus escolatas y colaboradores.
«Estamos ya por bajar acá, en Oaxaca, estamos a un minuto de aterrizar.., a menos, yo creo que como a cinco minutos»,-dijo ante la cámara del noticiero de Ciro Gómez Leyva.
Y es que andaba yo volando allá, por la estratósfera, captando las ondas hertzianas cuando me enteré del nuevo exabrupto del Jefe de la Nación.
Parece que se ha convertido en un divertido pasatiempo estar al pendiente de que el Presidente la cague para inundar las redes de memes y viralizar los videos.
Eso me recuerda que durante el sexenio de Vicente Fox, cuando metía las cuatro patas, inmediatamente salía un peladito a corregir ante los medios de comunicación: «Lo que el Presidente quiso decir…»
Nada más que a Peña Nieto le hace falta la figura de corrector, alguien que esté pendiente de cada una de sus palabras, de cada uno de sus actos y gestos para salir al quite.
Evidentemente, lo que se critica en esta ocasión es la falta de conocimiento básico de las Matemáticas por parte del titular del Ejecutivo Federal, quien se supone, tiene por lo menos una formación universitaria.
Por eso mismo es necesario buscar otra lectura a lo que quiso decir el mandamás de Los Pinos con esa frase que ya pinta para ser inmortal: «Estamos a un minuto de aterrizar.., a menos, yo creo que como a cinco minutos».
Para ésto nos puede servir la Numerología.
En algunas definiciones, la Numerología trata de establecer una relación mística entre los seres vivos y los números. De esta forma los números que aparecen constantemente en nuestras vidas se utilizan como base para predecir el futuro o acontecimientos pasados. Los números están asociados directamente a nosotros, ya sea a través de nuestra fecha de nacimiento, edad, altura o peso, el número de la calle donde vivimos, el número de hermanos o la cantidad de letras de nuestros nombres.
Se trata de un conocimiento al que pocos tienen acceso.
Tal vez, y sólo es una elucubración mía, el Presidente quiso con esa frase darnos un indicio de por dónde va a venir la sucesión presidencial.
Posiblemente se refirió a la edad que tiene actualmente la persona que será candidato de su partido, el PRI, a la Presidencia de la República: 51 años.
O los meses que le quedan de Presidente: 15.
O si nos vamos al significado de ambos dígitos, veremos que el uno corresponde a la creatividad, la independencia, la originalidad y la autosuficiencia; es un símbolo de liderazgo, de aquellos con capacidad y habilidades para el mando, ambiciosos y dispuestos de asumir riesgos para llegar a la cima.
El cinco, por otra parte, es un signo de acción e inquietud. Simboliza la libertad, la adaptabilidad, el espíritu viajero y aventurero, pero también de inconsistencia y de abuso de los sentidos. Es expansivo, sociable y visionario de ideas, de pensamientos rápidos, polifacético, curioso, explorador e ingenioso a la hora de utilizar la libertad en forma constructiva.
En base a tales características, puede que el Presidente nos haya definido el perfil que busca para su sucesor. Sólo basta analizar a cada uno de los que se mencionan en la carrera hacia la máxima magistratura del país, a saber: Eruviel Ávila, Manlio Fabio Beltrones, Enrique De la Madrid Cordero, José Antonio Meade Kuribreña, José Ramón Narro Gómez, Aurelio Nuño Mayer, Ivonne Aracely Ortega Pacheco, Miguel Angel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso.
¿Quién de ellos tiene 51 años?¿Quién vive en una casa con el número 15?¿Quién cumple con el perfil de la numerología?
Conste que ésto es sólo una suposición personal.
Está basada en el hecho de que es necesario dar una interpretación diferente a las palabras del mandatario porque no es posible tomarlas de manera literal.
Me niego a creer que nuestro Presidente es un ignorante, más bien, me inclino a pensar que es una chucha cuerera en Numerología.