Por Pegaso
Se tambalea el mitómano, racista, nazi, misógino y homofóbico sujeto que despacha desde la Casa Blanca como Presidente de Gringolandia.
Solo faltan unos cuantos días para que deje de pedorrear la silla que acompaña el escritorio Resolute de la Oficina Oval.
Cuenta regresiva para un período de cuatro años de desatinos, ofensas hacia las minorías raciales y disparates sin fin.
Sin embargo, hay que recordar que cuando la serpiente está herida, es más peligrosa. Quién sabe qué se le pueda ocurrir, cuando ya vea inminente su derrota, para dejarle algún recuerdito a su país. No sé, alguna declaración de guerra por acá, algún asesinato de un líder mundial por allá o un golpe de estado por acullá.
Algo va a pasar antes de que le digan adiós y se vaya llorando a alguna de sus mansiones que tiene regadas por todo el territorio gringo.
Llegará Joe Biden y empezará a hallar las huellas de un gobierno que no solo fue corrupto, sino estrambótico, bizarro, sui géneris y rocambolesco.
Aunque no creo que haga mucho pedo, porque entre ellos mismos se tapan.
Viendo la imagen de Biden, pienso en ese tipo de personas intolerantes, de doble moral, que gustan de darse golpes de pecho.
Así que no veo una diferencia abismal entre el tipo de gobierno que hemos visto en los últimos cuatro años, y lo que puede ocurrir en los siguientes cuatro u ocho.
Lo que sé decir es que sí notamos una transición brusca del período de Barak Obama al de El Trompas.
El primer hombre negro en gobernar al país más poderoso del mundo, era humilde e inteligente, y su esposa toda una dama. Obama dejó honda huella en esa nación, a pesar de que no resolvió problemas tan urgentes como la migración, el consumo de drogas, donde hasta los niños de pecho fuman yerba, y el jugosísimo negocio de la venta de armas.
A mí me hubiera gustado que la próxima Presidenta del vecino país del norte fuera una mujer, como Hillary Clinton o la misma Michelle Obama.
Los Simpsons, esa caricatura con personajes amarillos como chorrillo de bebé, anticiparon que una fémina se sentaría en la Casa Blanca y que el anterior Presidente, es decir, El Trompas, habría dejado las finanzas del país casi en ruinas.
No ocurrió así, por lo tanto, debemos ponerle una tacha a Los Simpsons en esta profecía fallida.
Espero, por el bien de todo el mundo, que si se va El Trompas a echar pulgas a otra parte, el que venga no esté tan loco como él.
El mundo no aguantaría otro orate que tenga en sus manos el poder de apretar el botón del fin del mundo, como casi lo hizo el nazi.
En fin. En unos cuantos días veremos en vivo y en directo cómo actúa el destino. Si se queda o se va el Trompas.
En lo personal, pienso que el voto de los hispanos y las minorías deben inclinarse a favor de Biden, aunque uno nunca sabe, ya que hay muchos mexicanos que se creen más gringos que los hot dogs y prefieren tener la bota en el pescuezo.
Por eso aquí nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “El ejemplar añoso de Bos taurus, inclusive el yugo degusta”. (El que es buey hasta la coyunda lame).