Por: Chano Rangel
Que el presidente sea popular, no quiere decir que sea ganador, mucho menos que sus seguidores se conviertan en unos triunfadores natos. A esto se le puede agregar que; sus otros datos son los que utiliza para tomas decisiones que afectan a la mayoría de los mexicanos, que ven como el tren se descarrila, y el presidente solo ve, en estos hechos una oportunidad electorera.
Han pasado ya 2 años, desde que el Andrés Manuel López Obrador, tomo protesta, como presidente de todos los mexicanos, y aclaró de todos los mexicanos, no solo de los chairos, seguidores lisonjas y aplaudidores que ven en este al mejor presidente de México, de los últimos años.
El presidente mantiene un alto índice de popularidad, si es cierto, varias casas encuestadoras, así lo destacan, y por una sencilla razón, aún hay dinero en caja, los fideicomisos, los ahorros de los gobiernos neoliberales, los fondos para contingencias, le han permitido seguir con sus obras draconianas, como el tren maya, el aeropuerto de Santa Lucia y la Refinería de Dos Bocas en Tabasco.
La Pandemia, esa que según el mismo era una gripita, se ha llevado a más de 105 mil mexicanos a la tumba, y continúa avanzando, en esta etapa invernal, se augura peor sus estragos. Actualmente ni domada, ni controlada, está peor que nunca, entonces ¿porque el presidente es popular?
Esa respuesta a la interrogante, es quizá la pregunta de los 15 millones, pero tiene sentido, cuando vemos que se aumentó al doble la pensión a adultos mayores, se sigue regalando dinero a los ninis, con su apoyo mensual, se entregan becas a primaria, secundaria y preparatoria, y se fija un precio de cosecha a ejidatarios, algo que sin duda, es una clientela electoral que se ha ensanchado sin ninguna opción productiva, solo con un objetivo, asegurar su voto en las elecciones del 2021.
Pero el dinero se acaba, y el amor se va, cuando el dinero deja de fluir, para el 2021, López Obrador, mantendrá su discurso de división, de la confrontación, pero garantizando los apoyos sociales a tiempo, apoyos que le han permitido ser popular a Él, no a sus allegado o su partido, que pasa por una etapa crítica de su existencia.
Se equivocan aquellos que piensan en las diferentes regiones del país, que con la popularidad del mandatario es suficiente para ganar una elección local o en algún distrito del país, se equivocan y en sus espaldas cargan las derrotas si sus aspiraciones políticas las ponen en manos de la popularidad de un hombre, que tiene una tribuna todos los días para denostar y mentir.
En Tamaulipas, los engallados morenos, asumen que ya la tienen hecha por la simple razón de tener un presidente popular, se equivocan y mienten, en el 2019, Acción Nacional lo barrio, de calle a calle, y en esta ocasión, podría ser poco peor la los alfiles de gobierno federal.
Mientras todo eso ocurre, hay 10 millones de pobres más en el país, ya no hay dinero para el año que entra, se acabaron los guardaditos y esta pandemia aún no cede y sigue causando muertes, pero qué más da, el presidente sigue luchando contra sus enemigos imaginarios, dividiendo al país, y acusando al pasado de todos sus males, sin aceptar aún a dos años de su gobierno, su responsabilidad como presidente de México.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
La alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, recibió de nueva cuenta el reconocimiento de sus colegas alcaldes de México, un justo pergamino para puntualizar su labor como presidente municipal, de la ciudad más importante de Tamaulipas.
Reynosa en 4 años de admiración municipal, se ha convertido en la bujía de Tamaulipas, la ciudad que genera más empleos, algo así como 6 de cada 10 que se ofertan en la entidad. Y eso da certidumbre y confianza a los inversionistas, que ven en la capital política del estado, bases sólidas para invertir su dinero.
El reconocimiento de la ANAC 2020, es un justo reconocimiento a la labor de una mujer de entrega y dedicación, como lo expresó Marko Cortés, líder nacional del PAN, a referirse al reconocimiento otorgado por la asociación nacional de alcaldes, al edil reynosense Maki Ortiz.