Por: Chano Rangel
“Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro. Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres. El que quiere ser obedecido debe saber mandar. Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira”
Parece ser que este credo, le viene como anillo al dedo, al inquilino de Palacio Nacional, el mismo que se queja que cada silla del comedor que compró Felipe Calderón para la casa de Palacio, fue oneroso y su costo solo es comparable con los jeques árabes, pero no las cambia y las usa en su nueva vida, al fin que él ni las compro. Y si él vive en opulencia es porque el pasado así se lo dejo, válgame de expresión.
Mentir y echar mentiras son cosas que van de la mano, y se dice que una mentira dicha mil veces termina por ser verdad, o al menos para un colectivo corto y poco educado, y culturalmente acostumbrado a que ningún político le diga la verdad.
Decir que vamos a todo dar, decir que la pandemia está siendo domada, que la economía goza de situación inmejorable, es mentir, decir que las vacunas son la solución al COVID-19, es también una mentira. Y que los más de 120 mil muertos por el coronavirus, los más de 40 mil por muertes violentas, y los otros tantos de los datos ocultos de las cifras reales, hacen de este país, un verdadero cementerio con casi medio millón de mexicanos que en 2020, pasaron a formar parte del archivo de defunciones en los registros civiles de todo el país, aunque claro es presidente lo siga negando.
La violencia no para, el país, sigue teniendo un día sí y otro también muertes violentas por la inseguridad, pero las elecciones son lo que más importa al presidente, lo demás es cosa de nada. Las ocurrencias y mentiras, tienen a este país, en una de sus peores crisis. Y el señor jugando beisbol.
Los números no mienten, el presidente afirma que 8 de cada 10 mexicanos aprueban su estupenda labor, sus especule ros, dicen lo mismo, y si no les piden su renuncia, los pleitos del partido, son evidentes, y la corrupción está siendo peor, que cuando los peores momentos del viejo régimen.
Para los creadores de la 4T, es como la guerra de las galaxias, viven en su propia realidad, nadie puede acusar a Manuel Bartlett de corrupto, nadie se puede atrever a decir lo que piensa, nadie que contradiga al mandatario, porque si no Santiago Nieto, de la Unidad de Inteligencia Financiera, se les va con todo el rigor de la ley, a los adversarios del gobierno, mientras los purificados, siguen haciendo de la nueva mafia del poder un verdadero festín tropical.
El presidente podrá decir de su enorme apoyo, podrá decir que sus otros datos le dan amplia popularidad, pero la realidad de las calles, es totalmente opuesta. Pregúntele al taxista, al taquero, el pequeño comerciante, al albañil, y a todos los que día con día salen a ganarse el sustento diario, como los meseros y todos los desempleados, que ven como el gobierno gasta y gasta, pero jamás llegan a los bolsillos de los más necesitados.
Y si la encuesta no miente, entonces preguntarles a los familiares de los 120 difuntos, a ver que piensan del presidente, a los que les quito el sistema de guarderías, a los productores del campo, que los dejó sin apoyos y sin proyectos claro para la producción, a los empresarios que pidió que no despidieran a nadie, pero sin ningún estímulo fiscal; y que los inversionistas extranjeros estén esperando mejores momentos para regresar al país, que las remesas aumenten no es ninguna señal de triunfo, si no de abandono, y si el combate a la pobreza que tanto decía el mandatario en solo 2 años, tiene a 10 millones más en esta situación de miseria.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Si las noticias de radio pasillo son reales, entonces los pollos están por hacer eclosión, y muy pronto se sabrá quién es quién en cada distrito, 9 de federales y 22 locales, además de 43 alcaldías en Tamaulipas; incluso la información de los más analistas, dicen que antes de la primera quincena de enero, ya habrá nombres y fórmulas.
Los conspicuos politólogos, ya se lamen los bigotes para deleitar su taza de café, y especular quienes serán los ganadores; la suerte está echada, diría César el emperador, a su paso por el Rubicón. No hay marcha atrás. Y en junio se tendrán elecciones, o al menos que la maldita pandemia orille a posponer elecciones en todos sus aspectos.
Ya la cosa no está tan bien para Morena, sus 12 gubernaturas, se han reducido a la mitad en la intención del voto, y el congreso federal está en vilo, y es quizá eso que tiene al merolico hecho un energúmeno.
Latente y cercanos están las elecciones de Coahuila e Hidalgo, y es la pesadilla de Palacio Nacional, por ejemplo Morena en Tamaulipas no pinta nada, y sus posibilidades con tanto pleito se vuelven más lejanas.
¡Oiga usted y Edgar Melhem!