Por: Chano Rangel
El libro de Robert Greene, las 48 reglas del poder, queda claro dos cosas, la primera es que el escrito es una recopilación de tratados y libros históricos como el Arte de la Guerra e Sun-Tzu, y del “El Príncipe de Maquiavelo” obras que son verdaderas enciclopedias de la estrategia y el arte de la lucha, que aún se mantienen vigentes. Pero además aporta un ejercicio moderno del manejo del poder.
Este tipo de documentos los podemos acoplar a cualquier circunstancia mundial, por ejemplo cuando Argentina, declara la Guerra a Gran Bretaña por el dominio de las Islas Malvinas, en una lucha desigual, que a la postre sigue en disputa
En “El Príncipe” Maquiavelo relata cómo debe de afrontar el soberado su vida en relación a sus amigos y adversarios, la política interna y externa, es un verdadero manjar de sabiduría leer el texto completo.
Una de las principales, y que llama la atención, es la recomendación de nunca pelear con los poderosos, con alguien más fuerte y la elección de aquellas batallas, donde se tenga posibilidad de victoria. Nunca pelear guerras donde no se tenga, el menor índice de triunfo.
Por su parte en el libro de las 48 reglas del poder, en la las leyes, 3, 15, 19, 35,37, no da un ejemplo de lo que un gobernante debe de saber de sobra a la hora de actuar, disimular las intenciones, aplastar al enemigo, saber con quién se trata y no ofender a la persona equivocada, el dominio del arte de la oportunidad y la organización de espectáculos imponentes.
Una vez puesto esto, en primer lugar el espectáculo del domingo pasado de apoyo al gobernador, rompió las reglas de sana distancia, del 1.5 metros de distancia entre personas, la de aglomeración de personas en eventos masivos, y las argumentaciones dadas son verdaderamente explicaciones estériles. No se puede pedir a un pueblo que no salga de sus casas y hacer lo contrario, cuando el poder lo amerita, no se puede pedir paz y golpear a sus adversarios.
Saber elegir las batallas es un proceso que debe de saber un hombre de poder, nunca se debe de enfrentar a un tiburón que puede triturarlo, su oponente debe de ser más pequeño o del mismo tamaño, pero nunca más grande y poderoso. Y eso es una regla de oro, además de saber que siempre en una batalla, algunas heridas se llevaran aunque se tenga a victoria.
Ofender a la persona equivocada, puede ser el más grave error en política, así se trate de aquella que no controla su ideología o mantiene sus ideas sobre los intereses de una nación y peligrosamente es presidente de un país. Un león solitario jamás atacará a un elefante, y tiburón solo, jamás se atreverá a desafiar a una ballena. Si en la lucha la contienda es desigual, replegarse puede ser una estrategia favorable.
Lo que viene después es el recuento de los daños, cuando el poder desigual chocó, en algún punto el daño es irreversible.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Este próximo jueves 4 de marzo, las ciudades de Reynosa encabezada por la alcaldesa Maki Ortiz, y la ciudad de Hidalgo liderada por el Mayor Sergio Coronado, estrecharán lazos de amistad y buena vecindad en las inmediaciones del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, icono del desarrollo económico de ambas ciudades.
Para los hidalguenses del Valle de Texas, y los Reynosenses, el desarrollo regional es imprescindible, las economías están ligadas de manera indisoluble, y el crecimiento de una, afecta el desarrollo de la otra, es por eso de vital importancia tener una relación bilateral respetuosa y en armonía.
La región Reynosa-Río Bravo-Hidalgo-Mission-McAllen, es un corredor comercial e industrial único en toda la frontera, de ambos países, y la importancia que la edil reynosense Maki Ortiz, da a en los hechos es una verdadera plataforma para el bienestar de ambas todas las ciudades que lo conforman, es Reynosa la bujía que mueve a este zona.
Será este jueves en punto de las 11 de la mañana, respetando todos los protocolos de salud, por la pandemia del covid-19, habrá restricciones, pero eso no impedirá que de manera ordenada se realice el tradicional saludo en el puente internacional.