Por José Gregorio Aguilar
La Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios tendría que poner mucha atención a la venta callejera de mariscos y productos del mar, que en esta temporada de cuaresma se incrementa significativamente, afirmó Pablo Reyna Quiroga.
El vicepresidente de Afiliaciones de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera, dijo que en teoría, los vendedores informales están sujetos a las mismas reglas de higiene y limpieza que se exige a los establecidos, pero no siempre es así.
Es común que en estos meses aparezcan vendedores de mariscos por las calles y también en municipios donde hay playa y mucho turismo; es aquí donde hace falta mayor presencia de la autoridad sanitaria.
“En teoría la Coepris debe incorporar a los negocios que están en playa o que andan por calles en carretones vendiendo algún tipo de coctel o ceviche, deben revisarlos y tratarlos de la misma manera que hacen con nosotros”.
Subrayó que los mariscos y en general los productos del mar requieren refrigeración y un manejo muy cuidadoso porque se pueden descomponer fácilmente con el calor que ya se empieza a sentir durante estos días de Cuaresma.
Exhortó a los inspectores de la Coepris a ejercer un control sanitario muy responsable entre quienes se dedican a la venta ambulante de estos productos de gran demanda antes y durante la Semana Santa
“Es un fenómeno que se da pero ahí es la autoridad regulatoria la que tiene que estar al pendiente se supone que debe haber un operativo exclusivo de vigilancia en las playas pero también entre quienes se dedican por esta temporada a esta actividad”.
