Ciudad de México.- Hay esperanza para las selecciones mexicanas. El Tricolor varonil Sub-23 recuperó el título en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023 después de dos ediciones al vencer 2-1 en la final a Costa Rica para aumentar a siete oros su cuota como el más ganador en el torneo.
La presea conseguida en la cancha del estadio Nacional Las De-licias también tiene un valor pa-ra la delegación mexicana que compite en San Salvador. Con el triunfo del plantel varonil, México llegó a 127 oros y se encuentra a sólo cinco preseas doradas para igualar la marca conseguida en Barran-quilla 2018 a dos días de que termine esta justa deportiva.
En el medallero general, el representativo nacional tiene asegurada la cima al superar por amplio margen a Colombia y Cuba. Hasta ayer, los tricolores presumían 307 medallas en total.
Los protagonistas del triunfo fueron Ettson Ayón con un doblete y el arquero Eduardo García, quien resistió en el complemento los embates de los costarricenses, que peleaban por la igualada.
La victoria es un aliciente para el futbol mexicano cuando intenta superar un momento en el que vive un retroceso después de no lograr el pase al Mundial Sub-20, a los Juegos Olímpicos de 2024 y de haber sido eliminado en la fase de grupos en Qatar.
Después de decepcionar en la edición pasada al caer en la primera fase en Barranquilla 2018, ahora México tuvo un torneo con mejores resultados al caminar invicto y alzarse con el primer lugar.
Ya lo decía el técnico Gerardo Espinoza antes de la final, conseguir el oro en San Salvador 2023 serviría como base para recuperar la confianza de una generación que se perderá de importantes torneos internacionales. Ahora el reto serán los Panamericanos de Santiago 2023 que se disputarán en octubre.
Las emociones llegaron en la cancha cuando Rodrigo Huescas desbordó por el costado derecho para mandar un centro a Bryan González, quien en medio de una marca alcanzó a filtrar el balón para que Ayón sentenciara con potencia al minuto dos y desatara en las gratas el coro de Cielito lindo.
Ante un Costa Rica que apostó por el contragolpe, y por momentos hizo daño, el segundo tanto de los mexicano llegó con una jugada de pared. Eduardo Armenta se filtró por la banda derecha al recibir un pase de Ayon para regresarle el balón al jugador de los Gallos Blancos del Querétaro, quien rema-tó con disparo raso.
Andrey Soto descontó por los costarricenses al 62, pero los tricolores supieron resistir para asegurar una victoria que levanta el ánimo no sólo de la selección, sino de una afición de la que se veían alejados.